Los puristas lo niegan, pero lo cierto es que cada vez con más frecuencia se ve a la cerveza maridando una buena comida. Consejos para combinar un plato con espuma.
Se dice que el vino es la bebida de los pueblos civilizados, la que acompaña una buena comida y se descorcha en ocasiones importantes. Pero la cerveza, bebida tan antigua como el vino y que siempre tuvo menos jerarquía, viene abriéndose paso entre los consumidores. Incluso a la hora de comer.
¿Qué tiene la cerveza de noble y qué posibilidades ofrece a la hora de hacer un buen maridaje? La cerveza, un destilado de granos, posee 3 ingredientes básicos: malta, lúpulo y agua. La buena noticia es que hay cervezas más ligeras o con más cuerpo, más dulces o más amargas, lo que permite una buena cantidad de combinaciones con los diferentes platos. La regla básica de las armonías dicta que un plato no puede ser opacado por un sabor más fuerte, por lo que hay que “empardar” o equilibrar la bebida a consumir con el plato en cuestión.
Según la reconocida sommelier Fernanda Arellano, autora del libro Hasta el agua de los floreros, “hay dos grandes grupos de cervezas: las que ofrecen suavidad y frescura, y las que regalan deleite o complejidad”. Para la especialista, las cervezas frutadas tipo Kriek o Framboise son ideales como copa de bienvenida, mientras que las Lager doradas sirven también de aperitivo, o por su carácter fresco, aplacan las comidas picantes y aligeran los alimentos grasos.
Este tipo de cervezas van bien con nachos con guacamole, pickles variados, patés, embutidos, escabeches, risotto al limón o arroces con frutos de mar, frituras y croquetas, mollejas y achuras a la parrilla. Mientras que la Indian Pale Ale, de color oro, más robusta, se lleva bien con platos mexicanos especiados, árabes o con platos aderezados con wasabi.
Por otro lado, Arellano afirma que las Ale (que tienen un aroma más intenso y un amargor alto), por su sabor complejo, “son recomendables con platos suculentos y contundentes, como arroces con hongos, carnes grilladas o estofadas, pastas rellenas y curry asiático”.
En cambio, los quesos picantes y grasos se llevan mejor con las rubias refrescantes o de trigo, mientras que los quesos maduros o afinados casan bien con las Ale oscuras; los quesos azules intensos, por su parte, se entienden con las Barley Wine y Abbey Ale (estas últimas son cervezas de abadía, fuertes, aromáticas, de color oscuro, espuma cremosa y persistente). Las Cream Stout o las Brown Ale maridan bien con tortas de chocolate y budines de pan con pasas o nueces.
¿Con qué tipo de cerveza te gusta comer?
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