Cuando vas a un restaurant, el servicio de mesa puede hacer la diferencia entre una experiencia sublime o mediocre. Porque el camarero o mozo es al cliente lo que el enfermero al paciente, es el vínculo y la logística de la cocina en el salón. Por eso, a la hora de evaluar la atención recibida o a recibir, conviene tener presente las siguientes consideraciones:
#1. Actitud. La regla más importante es la actitud: se nota cuando un mozo tiene buena predisposición a atender al comensal, más allá de las limitaciones que pueda tener él como profesional, o el restaurant. Esto se ve sobre todo con muchos de los camareros colombianos y venezolanos que hay en Buenos Aires, que se caracterizan por su gentileza, amabilidad y contracción al trabajo. Como dice el viejo proverbio: “una buena comida puede ser arruinada por un mal servicio, pero un buen servicio puede sobrellevar una mala comida”.
#2. Edad y ocasión. Tiene “timing” para encasillar a su cliente y entender el espíritu del local donde trabaja. Por ejemplo, si viene un matrimonio mayor, no es apropiado que el mozo le diga con los brazos en jarra: “¡Hola chicos!”. Quizás sea aceptable en una hamburguesería de público juvenil donde pasen hip hop, pero no va para un restaurant donde concurre un público maduro. A cada cliente, el trato impuesto por la ocasión y las circunstancias.
#3. Aspecto. No se trata del aspecto físico, pero un camarero/a atildado/a, que cuida su apariencia y pulcritud, da una muestra de amor propio y un respeto de su propia imagen que suele traducirse en un buen servicio.
#4. Conocimiento de la carta. El camarero debe conocer al detalle la carta (en los buenos restaurantes el chef cocina la carta para los camareros y les explica todos sus platos), de forma que, cuando un comensal pregunta por un proceso o ingrediente, el camarero debe responder con solvencia. Un camarero que responde rápidamente a inquietudes técnicas de un cliente es un verdadero profesional.
#5. Detalles. Acercar la silla a la mesa a las clientas, servir agua o vino cuando se agota, reponer la panera, levantar y cambiar las servilletas cuando se caen al piso, tomar solícitamente los abrigos cuando el cliente llega, si es que los tienen, acompañar a sus clientes hasta la puerta, son algunos de los detalles que muestran el “pedigrí” del camarero en cuestión.
#6. Comanda de memoria. Un profesional de la mesa no necesita anotar todo; tiene una memoria entrenada para retener el pedido. Si de parado y sin ayuda toma el pedido en un santiamén, es que realmente sabe. Aunque ciertamente es mejor recurrir a la libreta a incurrir en el error.
#7. Capacidad y ánimo de compensar. No hay excusas. Si algo sale mal, un camarero no traslada la culpa a la cocina, al proveedor o a un tercero. Él es la cara del restaurant, el eslabón previo antes del maître. Si da la cara y asume el imponderable, estás frente a un profesional hecho y derecho. Por ejemplo, si se disculpa frente a un retraso y ofrece alguna cortesía, como un café, copa de vino o postre sin cargo. Y, además, debe tener la autonomía para poder hacerlo.
#8. No invasivo. Un camarero que solamente aparece cuando tiene que aparecer posee el don de la oportunidad y, sobre todo, del sigilo y la discreción. Nada peor que un camarero invasivo que corta la conversación del comensal. Nada peor que un servicio de mesa barroco y confianzudo.
#9. Evita el no. Es como los japoneses: si ignora algo, no dice “no sé” de plano, sino que es elíptico en la respuesta y lo consulta con el chef o maître.
#10. Honesto. Un buen camarero tiene autonomía para aconsejar. Si se le pregunta por un plato de la carta y lo desaconseja, estás frente a un profesional confiable. Primero el cliente antes que las directrices de la cocina.
¿Qué otra sugerencia se te ocurriría agregar?
Este plato puede tener buenas versiones con este tipo de carnes más económicas.
El parmesano de Quesos Migue se llevó la medalla de oro en los World Cheese…
Mercado Fusión se desarrollará el 23 y 24 de noviembre en la plaza de las…
El local del barrio porteño de Chacarita recibe a su público este viernes 22 de…
Los declaró ilegales porque los productos no pueden ser identificados como elaborados en lugares habilitados.
Saúl Lencina llega a Buenos Aires para ofrecer sus platos el próximo 6 de diciembre…