Para ir a comer a un lugar verdaderamente misterioso, nunca mejor elegido el nombre de este restaurant del gran cocinero catalán Ferrán Adrià y su hermano Albert. Se llama Enigma y se encuentra en Barcelona, un lugar muy especial donde solo 28 comensales por vez recorrerán 6 ambientes para degustar un total de hasta 40 pasos en una comida que puede durar hasta 6 horas, de acuerdo con las ganas de cada uno.
El concepto es realmente futurista, desde su ambientación, la idea de comensalidad y la manera de reservar, en la que cada uno tiene que pagar 100 euros, anotarse online, y esperar a que le envíen un e-mail de respuesta con la confirmación del día en que podrá asistir. Luego, con un código secreto, podrá ingresar, previo pago del saldo de la comida, que es de 220 euros en total.
Los hermanos Adrià imaginaron este restaurant como un “parque de diversiones culinarias”. La estética del restaurant es como la de un iglú futurista gigante, con la idea de trasladar a cada comensal a un mundo desconectado de la realidad. El techo está decorado con redes de metal arrugadas que descienden.
Toda la experiencia es onírica, y cada uno de los ambientes en los que se desarrolla la experiencia gastronómica recuerdan a un laberinto de un sueño, más que a un restaurant del siglo XXI.
¿Te gustaría ir a comer a Enigma?
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