El famoso chef Jamie Oliver, que ayudó a hacer reconocida la cocina británica en el mundo, anunció que todos sus restaurantes (un total de 25) iban a la quiebra, lo que significa el riesgo de tener que despedir a 1.300 empleados.
“Estoy muy angustiado por la quiebra de nuestros restaurantes”, afirmó el cocinero en Twitter. “Me siento muy triste por lo que está sucediendo y quiero agradecer a nuestros empleados y proveedores que se sacrificaron en cuerpo y alma en esta tarea a lo largo de los años”, agregó.
Los medios británicos informaron que toda la administración de los establecimientos gastronómicos será puesta bajo gestión judicial para buscar un candidato a la compra de todo el grupo de restaurantes. Si no lo consiguen, todos los empleados deberán ser despedidos.
La noticia cayó como una bomba en el Reino Unido, donde Oliver es tan famoso como una estrella de rock, gracias a sus programas de televisión, libros y demás cursos y presentaciones.
Ya a principios de 2017, el chef tuvo que cerrar 6 sucursales de su cadena de restaurantes, quejándose de que el Brexit (la decisión de los británicos de separarse de la Unión Europea) le había encarecido de manera significativa los ingredientes importados que requerían sus cocinas.
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