El vino en la Argentina es una tradición que viene desde hace mucho tiempo y por eso nuestra industria vitivinícola es una de las más prestigiosas del mundo. En los últimos años, más allá del consumo habitual, una tendencia que crece en el país y es que mucha gente cree su propia línea de vinos, arrancando desde la cosecha de las uvas hasta eligiendo cada detalle de la etiqueta.
Está claro que no es algo que se hace de un día para el otro y que se necesita cierto capital para poder hacerlo, pero no es algo extremadamente difícil y por eso cada vez más gente lo realiza.
Las distintas bodegas que hay en el país también encontraron la línea del negocio y suelen reservarse espacio en los viñedos y también tanques (generalmente los más pequeños de 1.000 litros) para brindar el servicio a los clientes más chicos.
Las bodegas también suelen aportar un equipo de enólogos que acompañan y aconsejan a los interesados en tener su propia línea de vinos, ya sea para satisfacción personal como para el inicio de un potencial negocio.
“La selección de bodegas fue un proceso de varios meses donde nos juntamos con varias bodegas a degustar sus productos en base a una preselección de varietales que nos interesaban. Teníamos como premisa tener en nuestra cartera de productos un Malbec, un Cabernet Franc y blend. De los mismos la idea era tener diferentes líneas, una línea más joven y frutal, una línea reserva y una línea gran reserva apuntando a diferentes segmentos del mercado”, afirma Guido Pessagno, fundador de la marca de vinos Perpetuo Wines.
Pessagno contó que son muchas las cosas que hay que tener en cuenta, aparte de las bodegas, para lanzar una nueva marca de vinos como por ejemplo la etiqueta y la imagen.
“Generar Perpetuo Wines fue un camino hermoso de recorrer, desde generar la idea, compartir el proceso creativo de crear nuestro arte junto a un amigo entrañable, seleccionar los vinos junto a enólogos prestigiosos y un equipo increíble, la gente que pude conocer y descubrir durante todo el proceso y las posibilidades de negocios y de desarrollo que se fueron presentando. Con lo cual diría que trabas hay pero soy un afortunado de poder atravesarlas junto a personas increíbles que me acompañan desde lo laboral y lo personal que hacen que lanzar una marca propia de vinos sea una experiencia maravillosa”, afirma.
Ante el pedido para que deje algunos consejos para personas que puedan llegar a querer generar una propia línea de vinos, Pessagno sostuvo que tienen que buscar generar algo innovador, tratar de tener pensada una demanda genuina, tener el capital necesario para comenzar la aventura y encontrar el vino que lo represente porque eso hará más fácil las siguientes etapas.
Por negocio, como terapia o por satisfacción personal, la creación de marcas propias de vinos es una tendencia que va creciendo en la Argentina y ya hubo casos en los que esas marcas que comienzan ingresan en el mercado local e internacional. Las bodegas, por su parte, también están abiertas a este cambio.
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