Buenas ideas tenemos todos, pero hay otros que también las tienen y logran hacerse millonarias con ellas. Jimmy Chen, dueño de la exitosa cadena Taiyaki, en Estados Unidos, es uno de los que pudo.
Chen tomó un dulce tradicional de Japón, con forma de pez, y decidió abrirle la boca para usarlo como cucurucho de helado. Tan sencillo como eso. Y lo que había sido un pequeño secreto gastro nipón se volvió un fetiche de las redes sociales y un concepto exportable a las principales ciudades del mundo. Luego del debut en Nueva York, el “helado del pecito” llegó a Madrid, Miami, Bogotá, Santiago de Chile y recientemente también a Buenos Aires, para alegría de los instagrammers que venían siguiendo el periplo de este producto por el mundo.
Como dulce, el taiyaki tiene su origen en 1909 cuando una confitería Naniwaya, en Tokio, comenzó a hornearlos y se hizo tradición regalarlos en fiestas y bodas. El relleno más habitual es una pasta de aduki (poroto rojo dulce), aunque con el tiempo se les agregó también crema pastelera o chocolate. Pero como concepto, las referencias son mucho más lejanas.
Durante el periodo Edo o Tokugawa de Japón (entre 1603 y 1868) el tai (literalmente besugo) era considerado uno de los pescados más apreciados y se servía como una ofrenda a los altos mandos del ejército en los banquetes, los shogunes. Desde entonces el rey de los pescados se asoció a la buena suerte: mucho tiempo después derivó en dulce y mucho mucho tiempo después en cucurucho instagramero.
En 2016, Chen inauguró el primer local de Taiyaki en Nueva York para despachar su creación: un taiyaki que contenga helados de matcha, sésamos negro, chocolate, vainilla, con granas de colores y salsas. Tras el furor en redes, era inevitable que llegara a Buenos Aires.
¿Dónde se lo puede probar? En uno de los locales nuevos del remozado Mercado de San Nicolás. “Lo vimos en las redes sociales y de gorditos lo quisimos probar. Nos trajimos una wafflera especial para hacerlos”, cuenta Iván Zuvic, uno de los dueños de Ice Roll, donde también se puede degustar otro producto que explotó en Instagram: el helado tailandés en rollo.
Mientras prepara un taiyaki y lo rellena de americana y chocolate, su socia y hermana, Florencia, explica que la masa se emparenta con la del waffle americano, con la diferencia que es más crocante por fuera (pero igual de esponjosa por dentro). “Lleva harina, huevos y un secreto que preferimos no revelar”. Para que queden bien bomba también se le puede agregar Nutella.
“Alguien tenía que traer la idea del pececito a Buenos Aires”, aseguran, los hermanos que apuestan a la experiencia completa, más que al producto. Para los de tanto verlos en las redes, juntaron muchas ganas de probarlos, les llegó el día de suerte: ahora no solo hay que viajar para probarlos.
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