Como si fueran mamushkas gastronómicas, en el mapa de bares y restaurantes de la ciudad cada vez es más frecuente encontrar locales que se esconden dentro de otros locales. Desde una cafetería de especialidad en un banco hasta un bar detrás de una pizzería.
Como suelen estar ocultos (en sótanos, patios traseros, etc.), esta breve guía delatora facilita la tarea de descubrirlos.
#. Under, el bar de Tigre Morado. Dr. Emilio Ravignani 1691, Palermo Hollywood.
Desde la esquina de Ravignani y Honduras, Tigre Morado llama la atención, y no porque sea estrafalario, sino todo lo contrario, se trata de un lugar sobrio, que invita a entrar desde su elegancia relajada. Una vez adentro, las luces bajas y las velas confirman que es ideal para visitar en pareja.
La cocina está a cargo de Miguel Ángel Torres y no defrauda, un resumen de clásicos peruanos bien hechos, como las papas a la huancaína, el ceviche de ají amarillo, los anticuchos de corazón o el suspiro limeño.
Tampoco falta el sushi, con opciones como el roll dos truchas (tartare de trucha y palta envuelto en trucha con salsa nikkei y ciboulette) o el niguiri huanca (de pescado blanco con crema huancaína y criollita), entre otros.
Otro plus es la barra. Desde allí salen aguas y jugos que hacen que valga la pena, disfrutar de una entradita con alguna de estas opciones no alcohólicas y después sí pasar al vino o a los cócteles. Hay cinco variantes de limonada, como la que trae rica-rica, almíbar y soda, o la 4 gatos, con manzana verde, hinojo, limón y eneldo.
La coctelería lleva la firma de la reconocida Inés De Los Santos, en la barra de Tigre Morado ofrecen ocho cócteles, pero para disfrutar de la propuesta coctelera en todo su esplendor, se sugiere bajar unas escaleras hasta llegar a Under, el bar oculto de la casa. Se trata de un espacio super íntimo, tiene apenas unas ocho o diez mesas, con cómodos silloncitos y butacas tapizadas en terciopelo.
Imprescindible probar Entre Chilcanos y Tonics, una combinación del gin tonic y el Chilcano, un trago poco conocido por estos pagos, pero super popular en Perú. Lo que tienen en común estos dos cócteles es que son fáciles de preparar y combinan un destilado con un mixer -en el caso del Chilcano el pisco se mezcla con ginger ale, jugo de limón y unas gotas de bitter Angostura-. Inspirada en ambos, De los Santos creó esta reversión que une un poco de los dos mundos, lleva gin, mix de jengibre y cítricos y agua tónica.
Otro de los más pedidos es Sale como cancha, con Aperol, jugo de ananá y maíz amarillo, jugo de cúrcuma y lima. También hay reversiones de clásicos, como el Boulevardier, el French 75 o el Dry Martini.
#. Coffee Town en Banco Nación. Jorge Luis Borges 1660, Palermo.
Las esperas piden café, por eso una cafetería de especialidad en un banco es un sueño hecho realidad. Para experimentarlo hay que ir a la sucursal Palermo Soho del Banco Nación, ubicada sobre la calle Jorge Luis Borges. Allí funciona nada más ni nada menos que Coffee Town, un templo cafetero que vale la pena visitar, aun si no hay tramites bancarios que hacer.
En primer lugar tienen la mayor variedad de granos del país, entre ellos varios experimentales y de muy pequeña producción. Un ejemplo es el Laurina, difícil de hallar a nivel mundial, dado que se elabora en micro lotes pequeñísimos. Es muy buscado, además, porque casi no posee cafeína.
Otro que también se encuentra en la lista de los cafés más exclusivos del mundo es el Geisha, que aporta una sensación aterciopelada en boca; aquí tienen el de Don Pachi Estate, una finca panameña reconocida a nivel internacional por la cantidad de premios que recibió su producto.
Más allá de que siempre hay baristas profesionales en el servicio para aconsejar, la carta es muy clara: cada grano se presenta con su perfil de taza (descripción organoléptica), el proceso de producción, la finca de origen, etc.
La propuesta gastronómica se completa con opciones de desayunos, almuerzos, pastelería, etc. En el caso de comer algo salado, José Vales, uno de los dueños del lugar, recomienda “un café de Honduras o de Colombia Nariño porque son equilibrados y con una acidez más fina. Y para acompañar comidas también es perfecto el cold brew, ideal para cargar las pilas durante el almuerzo, ya que es alto en cafeína.
Como bonus track, Coffee Town permanece abierto hasta las 21 y tiene un amplio y lindo patio trasero para que el café se lleve mejor con el verano.
#. El Purgatorio en Gula. Secret Location.
En Gula venden helado en formato de bocaditos, tipo bombón, pero esa no es su única particularidad; lo más llamativo es que debe ser la única heladería en el mundo en la cual la gente entra y sigue de largo.
No es que el helado sea feo, sino que la mayoría de los clientes sabe que esas paredes amarillas funcionan a modo de fachada de uno de los secretos mejor guardados de Buenos Aires: El Purgatorio.
Definir a El Purgatorio como un bar es, al menos, quedarse corto. Es un bar sí, con una propuesta de coctelería de primer nivel y una amplia oferta de destilados, pero también un club, ya que para ingresar es necesario ser miembro y no cualquiera pasa la admisión.
Los interesados deben ingresar a la web del proyecto y responder 11 preguntas. “Las preguntas son variedades, desde si tienen mascota hasta si están dispuestos a traicionar a otra persona. En base a lo que responden, decidimos. Hoy tenemos 36 mil solicitudes pendientes porque no podemos leer más de 100 por día, así que el tiempo de espera es de 45 días”, cuenta Gastón Abramoff, fundador y director general de este lugar.
Una vez que se forma parte de esta “sociedad secreta”, es necesario descargar una app y reservar la visita, ya que cada noche tiene una temática diferente. Para comenzar lo mejor es participar de Avaritia, una cena lúdica de seis pasos maridados con sus respectivos cócteles y algunos condimentos extras, como juegos. Aunque, según aclara Abramoff, “está toda vendida hasta marzo, por eso se puede arrancar por Prandium, que consiste en beber y comer a la carta”.
Los platos son para compartir y comer con la mano, todo sale de la cocina porcionado. Tampoco hay mesas de dos, el objetivo es sociabilizar. “La idea es sorprender al público en cada detalle. Si hablamos de la carta de coctelería, por ejemplo, viene una persona encapuchada te tira el tarot y cada carta tiene asignado un cóctel. Si al comensal no le gusta, puede cambiar por otro”, señala Abramoff.
A nivel ambientación, también manda la singularidad. De estilo gótico, es bien oscuro, solo iluminado por candelabros y el fondo de luces rojas de la barra. Sin dudas, un lugar para quienes están dispuestos a disfrutar de una salida lúdica y diferente.
#. La Calle Bar en la pizzería La Guitarrita. Av. Cnel. Niceto Vega 4942, Palermo.
Con varias sucursales y muchísimos años de historia (la pizzería original abrió en 1963), La Guitarrita es un clásico. Lo que no muchos saben es que el local de Palermo es la antesala del bar La Calle. Se trata de un lugar en el que se puede beber buenos cócteles en clave rélax, ni siquiera hace falta ir con pantalón largo.
Cada cóctel remite a una ciudad, los más buscados son La Calle, creado por la bartmaid Mona Gallosi y combina Johnnie Walker Red, syrup de jengibre, jugo de limón y Grolsch Lager, y el Malecón (Havanna Club 7 años, cordial de lima, jugo de lima, tepache ananá y miel de caña), cóctel que consagró a Adrián González, hoy gerente general del bar, como ganador de la edición argentina del Havana Club Cocktail Grand Prix.
La Calle es uno de los pocos bares que cuenta con bottle service, es decir que venden botellas enteras que los clientes pueden consumir entera en una misma noche o bien beber solo una parte y dejar el resto para la próxima visita. Hay whiskies, gin, vodka, rones, tequila y Jägermeister.
También tienen seis gin tonics especiales, en el que cada gin se combina con botánicos que refuerzan sus notas. Beefeater 24, por ejemplo, lleva en su composición té Sencha japonés y té verde chino, por eso aquí lo combinan con piel de naranja y té chino. “Tenemos la carta de gin tonics desde que abrimos, en 2016, yo soy muy fanático del gin tonic”, cuenta González.
La comida es de La Guitarrita, así que se comen buenas pizzas y empanadas. Claro que, al argentino le cuesta acompañar esas comidas con cócteles, pero González facilita la tarea: “Una Margarita va bien con algo picante. Una pizza de muzarella puede ir con el cóctel La Calle, que es fresco, fácil de tomar. También clásicos como el cuba libre o el gin tonic van perfecto”, concluye.
En pocos días anunciaremos todos los nominados, con los mejores representantes de la gastronomía argentina.
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