Se viene el jolgorio, tiempos de Carnaval, donde abundan las murgas y los pomos de agua. Pero no es mucha la gente que conoce los orígenes de esta festividad, cuyos antecedentes remotos se remontan a la antigua Roma y cuya etimología más reciente abreva en aguas de la Iglesia. Porque el término Carnaval viene del latín carnem levare (abandonar o dejar la carne), prescripción obligatoria en tiempos de Cuaresma.
Así que el Carnaval se asocia con unos días caracterizados por el relajamiento de las costumbres y de la continencia, válvula de escape previa a los duros días de abstinencia.
Cada cultura tiene sus ritos para festejar la fecha, y no es lo mismo festejarlo en Río de Janeiro o Venecia que en Nueva Orleans o Cozumel. Además, cada uno de los principales eventos tiene sus costumbres gastronómicas que Cucinare pasa a comentarte:
#1. El carnaval de Venecia se caracteriza por ser magnífico y licencioso. “El peor pecado de los venecianos es la gula”, narra en 1841 el cronista local Pietro Gasparo Morolin. Según el escritor Tommaso Locatelli, “se preparaban pinchos asados y pescado a la parrilla durante gigantescas fiestas comunitarias”. Actualmente, como antaño, se comen galani (tiras de pasta dulce fritas con manteca y azucaradas), fritelle (buñuelos) de Carnaval, buranelli (roscas de la isla de Murano), castradita (carne de cordero salada), e hígado encebollado, entre otras cosas.
#2. Brasil también cuenta con sus tradiciones gastronómicas carnavalescas, empezando por los ingentes litros de cerveza y cachaça que se toman en los desenfrenados bailes. No faltan los petiscos como las coxinhas (croquetas de gallina) o lo bolinhos de bacalhau (croquetas de bacalao), así como los pinchos de camarones y pao de queijo (pan de queso). También se come mucho speto de carne vacuna y frango (pollo). Como platos fuertes, no falta la tradicional feijoada y en el norte el abarajé y la moqueca de peixe (una suerte de estofado de pescado).
#4. Durante el Mardi Gras, en Nueva Orleans, también se come, bebe y baila a lo grande, época en que la venta de cocina callejera está a la orden del día. Allí se pueden comer desde uno sándwiches similares a los tramezzini llamados mini muffulettas, así como pollo frito (que es muy accesible), gumbo de Louisiana (sopa de arroz y mariscos), jambalaya (guiso de pollo, jamón, langostinos y pimienta), además las King Cakes (tortas locales), los Hurricanes (cocktail típico del French Quarter) y las excelentes ostras que se comen al anochecer, a modo de pausa, acompañadas de cerveza o vino blanco.
#5. Otro de los carnavales más famosos es el que se lleva a cabo en Barranquilla, Colombia. Allí uno siente el bouquet caribeño en toda su dimensión, y puede probar especialidades como pescado en cabrito, que es pescado relleno de ají, cebolla, sal, pimienta y aceite, asado al carbón, arroz de payaso (arroz con verduras, carne de lisa y huevo duro), servido sobre una hoja de bijao (planta local) acompañado con ensalada o un pedazo de bollo de yuca. Además, son típicas las arepas, el sancocho de guandú, la mojarra frita con patacones (plátano frito en rodajas) y arroz con coco, papa rellena, y, finalmente, carimañolas (croquetas de yuca, queso y carne vacuna desmechada).
¿Qué acostumbrás a comer durante el Carnaval?
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