Ya dejaron de ser moda para ser tendencia. Los macarons son una suerte de alfajores muy populares en Francia, que tienen diferentes colores y una textura crujiente similar a la espuma de merengue.
Están elaborados a base de clara de huevo, azúcar glasé, azúcar blanca, almendra molida y colorante. Se preparan montando dos mitades y se rellenan con distintos productos como ganache de chocolate, crema de vainilla o de frutas. Como cualquier dulce que lleva clara de huevo, su preparación es compleja y lograr la textura adecuada requiere de oficio.
Tan conocido se volvió el producto, que incluso tiene su propio día festivo, el Jour du Macaron (día del macaron), que este año será el 20 de marzo, costumbre que inició Pierre Hermé hace 16 años atrás. Para este evento, en París, la asociación Relais Desserts nuevamente apoyará a la entidad Zazakely Sambatra, una ONG de los niños de Madagascar ya que, por la compra de una caja de 6 macarons, esos ingresos engrosarán las arcas de la institución.
En Buenos Aires aún no hay acciones filantrópicas asociadas al macaron, pero Merci, la pastelería francesa sita en el Mercado de San Telmo, ofrecerá una promoción de una caja con 8 macarons de limón, pistacho, capuccino, frambuesa, arándanos, maracuyá, chocolate-naranja y un último sabor sorpresa “bicolor”, a $ 550.
También se pueden experimentar lugares como Smeterling, la pastelería de Isabel Vermal, Les Croquants, sita en la calle Zabala, y el Palacio Duhau – Park Hyatt, donde el chef pâtissier Damián Betular logra unos exquisitos ejemplares.
¿Qué más se puede decir de esta golosina? Si uno busca sus orígenes, van más allá de Francia. Se supone que llegaron a Italia gracias a los navegantes venecianos y Catalina de Médicis los llevó a la corte francesa, donde los sirvió durante el casamiento del duque de Joyeuse.
En cambio, se sabe con certeza que, durante el siglo XVII, las religiosas carmelitas de Nancy los preparaban con mucho éxito, siguiendo fielmente el precepto de Santa Teresa de Ávila: “Las almendras son buenas para estas muchachas que no comen carne”.
Sin embargo, el inventor del macaron moderno, redondo, relleno, de colores y con dos capas fue Pierre Desfontaines, nieto del famoso repostero Louis-Ernest Ladurée que, en 1930, tuvo la idea de rellenar dos tapas de macarons con deliciosas ganaches. Actualmente la casa Ladurée, una de las confiterías más famosas del mundo, vende unas 15.000 unidades por día.
Lo cierto es que más allá del Día del Macaron, estos dulces que, si bien no son masivos, siguen estando de moda y no parece que vayan a pasar al olvido, ya sea porque son ligeros y atractivos a la vista, o porque se asemejan mucho a los alfajores, tan queridos por los argentinos.
¿Habías escuchado hablar del Día del Macaron?
Este plato puede tener buenas versiones con este tipo de carnes más económicas.
El parmesano de Quesos Migue se llevó la medalla de oro en los World Cheese…
Mercado Fusión se desarrollará el 23 y 24 de noviembre en la plaza de las…
El local del barrio porteño de Chacarita recibe a su público este viernes 22 de…
Los declaró ilegales porque los productos no pueden ser identificados como elaborados en lugares habilitados.
Saúl Lencina llega a Buenos Aires para ofrecer sus platos el próximo 6 de diciembre…