Embarazo en cuarentena: una gran oportunidad para la alimentación consciente

El contexto de encierro parcial o total obliga a repensar la nutrición para las futuras madres. Consejos de una experta.

Por Verónica Camaño

El embarazo es uno de los momentos más especiales de la vida de las mujeres que eligen ser mamás, pero… ¿qué pasa con aquellas a las que les tocó vivirlo en cuarentena? 

En el marco de una pandemia que nos obliga a todxs al aislamiento social, se vuelve aún mucho más extraordinario. A los fantasmas que puede tener cada una (y más todavía las primerizas), se suma la incertidumbre por el el covid-19, aunque varias ciudades ya están en plena desescalada y eso nos llena de esperanza.

Tener más tiempo en casa trajo cosas muy positivas, como aprovechar el tiempo para aprender cosas nuevas, hacer gimnasia y probar hacer recetas de Cucinare…  O tal vez investigar sobre la importancia de cocinar de forma consciente y tener una buena nutrición para el desarrollo del bebé dentro y fuera del útero. 

“La alimentación de la madre, antes y durante la gestación, es esencial para garantizar un adecuado crecimiento y desarrollo del bebé, así como también para preservar su propia salud. Es un momento biológico particular en el que las necesidades de micronutrientes se encuentran notoriamente aumentadas: el desarrollo del feto depende ampliamente de un aporte adecuado de vitaminas y minerales y es especialmente sensible a la disponibilidad de estos nutrientes”, explica a Cucinare Miriam Tonietti, médica pediatra especialista en Nutrición y Diabetes, del servicio de Nutrición y Diabetes del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. 

Pero aumentar excesivamente la cantidad de comida que ingresa al organismo desde las primeras semanas del embarazo no es la solución a una mejor alimentación sino todo lo contrario. Más en cuarentena, cuando la falta de actividad física aumenta el riesgo de subir mucho de peso, trayendo otros problemas en el embarazo como mayor riesgo de partos por cesárea , diabetes gestacional y preeclampsia (presión arterial alta).

“Recién a partir del segundo trimestre de la gestación se necesitan 350 calorías extra y 450 en el tercero”, revela Tonietti. 

Según Miriam, cada uno de los micronutrientes cumple un rol principal y su deficiencia trae consecuencias. Por ejemplo, la deficiencia de vitamina A se asocia con alteraciones inmunológicas, un aporte inadecuado de ácido fólico predispone a malformaciones en el tubo neural, la deficiencia de hierro ocasiona anemia ferropénica, aportes insuficientes de zinc se relacionan con mayor riesgo  de nacimientos prematuros y de bajo peso, y, por último, ingestas pobres en calcio se asocian con una mayor riesgo  de hipertensión arterial y de preeclampsia. 

“La Encuesta Nacional de Nutrición 2005-2007 demostró que muchas mujeres gestantes son anémicas y tienen bajos niveles de calcio, hierro, zinc, vitaminas A, C y B12”, cuenta Tonietti. 

¿Qué pasa con las embarazadas vegetarianas y veganas? “Una dieta ovo-lacto-vegetariana -que incluye el consumo de leche y derivados lácteos y huevos- puede llegar a cubrir las demandas nutricionales, aún durante el embarazo, pero debe evaluarse la necesidad de suplementos de hierro y de ácidos grasos Omega 3 si no se consumen alimentos de mar. También suplementos de vitamina D, ácido fólico y yodo”, explica la experta.

Es por esto que las mujeres embarazadas que siguen una dieta vegana necesitan consejería nutricional específica y requieren de suplementación: sin esos suplementos de micronutrientes, como la vitamina B12 y el zinc, se pueden generar problemas en la salud fetal, especialmente en el desarrollo del sistema nervioso.

Aquellas que sí consumen carne, pueden encontrar la vitamina B12 en las vísceras, como el hígado, y en menor medida en otros cortes de carnes y lácteos.

¿Últimos tips? Si estás esperando un bebé o conocés a alguien que esté en este momento especial, podés compartirle esta información: los médicos advierten moderar el consumo de pescados con elevadas concentraciones de metilmercurio. El motivo es que puede tener efectos neurotóxicos en el bebé: los peces que lo contienen en mayor proporción son los de gran tamaño y de vida más larga como el tiburón, el pez espada y el atún.

Según explica Tonietti a Cucinare, lo aconsejable es que las embarazadas empiecen su embarazo en buenas condiciones de salud nutricional, lo transiten saludablemente recibiendo los macro y micronutrientes requeridos (lo que la va a preparar para sostener una lactancia materna exitosa), y luego continúen con un plan alimentario saludable que a la vez sea un modelo de aprendizaje alimentario saludable para sus hijos.