Soledad Nardelli, referente de la cocina argentina, pide que se enseñe gastronomía en la escuela primaria
Instalada en Barcelona, la cocinera dice que es clave la educación para modificar nuestra cultura gastronómica.
Menuda, risueña, inteligente. Se mueve entre los fuegos de las cocinas como vulcano en su fragua. Es Soledad Nardelli, una de las cocineras de una generación que está marcando una época para la cocina argentina.
Sole nació en 1979, y luego de una incursión en la Facultad de Derecho descubrió que su vocación estaba en la cocina. Estudio gastronomía en Buenos Aires y continuó su formación por en Francia junto a Paul Bocuse, para luego completarla en España Valenciana y Barcelona.
A su regreso, volcó toda su técnica hacia los productos argentinos, nobles y desconocidos incluso para el público local. Su clímax lo alcanzó en el multipremiado Chila, restaurant de Puerto Madero del que fue chef ejecutiva por un lapso de diez años, y donde conoció a Andrés Porcel, que fue su marido.
Posteriormente, fue directora gastronómica en Club Tapiz Hotel y Restó, de la Bodega Tapiz, en Mendoza, un proyecto de restaurant sustentable de la familia Ortiz, con huerta propia y con trazabilidad.
Una de las particularidades de Nardelli es su carisma y una capacidad innata para la docencia. Esas cualidades la llevaron a ser chef conductora del canal elgourmet.com. En sus programas recorrió la Argentina con la misión de poner en valor los productos regionales de cada zona del país, rescatando el trabajo de los pequeños productores de argentina.
Fue así como nacieron Sabores de mi tierra, Sabores del Litoral, Un viaje a la Tierra del Fuego, Exploradora de sabores, Catamarca y la Rioja, entre otros. Actualmente, siguen transmitiendo los programas Nardelli al natural y Supera esto.
Además fue cofundadora del Festival Comilona, creadora de la primera Plataforma de Cocina Argentina online, proyecto propio de clases de cocina exclusivas e interactivas sobre cocina, cocinera representante de la Argentina en diferentes congresos gastronómicos como Madrid Fusión, Mistura y Sabor Barranquilla, entre otros.
Actualmente reside en Cataluña y asesora restaurants argentinos en Europa, además de crear contenido para marcas argentinas relacionadas a la alimentación en el extranjero. Cucinare conversó con Soledad, quien contó acerca de su presente y de la visión de la cocina argentina en el exterior.
Cucinare: ¿Qué estás haciendo en Barcelona?
Soledad Nardelli: Desde acá estoy haciendo asesorías, como la que brindo al Club Tapiz, con el cual trabajo hace cinco años, como cambios de carta, el programa en la huerta. Por otro lado, grabé para el canal El Gourmet desde la cocina mi casa, en San Pau del Mar, ocho capítulos para el programa Supera Esto. Además, asesoro a dos restaurantes en España con impronta argentina; uno está en la costa, en Mojácar, un pueblito muy chiquito, y el otro está en Calella. Otro nicho son las clases, webinars desde la plataforma online que lancé en febrero de este año, y trabajo para algunas marcas argentinas que están en España, muy relacionadas con lo gastronómico, además de proyectos de asesoramiento para 2021 para dos restaurantes, uno en Asia y el otro en París.
C: ¿Cómo ven a la cocina argentina en el exterior?
SN: En general, es algo que llama la atención. Con Europa hay una mayor cercanía, pero te diría que, en un continente como Asia, incluso resulta exótica porque tiene sabores muy diferentes a las cocinas locales. Muchos conocen la carne y la empanada, pero también está muy considerada como una cocina sofisticada, en algún punto. Es que los extranjeros saben que las cocinas peruana y mexicana son muy regionales, muy étnicas, pero están al tanto de que la nuestra cuenta con influencias marcadas italianas, españolas, francesas, y cuenta con técnicas más refinadas. Al menos es lo que yo veo acá. Falta por supuesto trabajar en la regionalización de nuestra cocina. La carne es la mejor embajadora, pero me interesa que se puedan difundir otras cosas.
C: ¿Qué medidas habría que tomar para dar a conocer la cocina argentina?
SN: Primero hay que trabajar internamente en el país, en políticas públicas, de forma conjunta, para que después eso se exporte al mundo de manera correcta. Hay que seguir investigando más nuestra cocina, nuestras aristas y vertientes, y llevarlo a un plano que abarque a más gente. Sería bueno comenzar en las escuelas, con la educación en el ciclo primario, que se pueda conocer cómo es nuestro país, cuáles son nuestras riquezas, nuestras versiones gastronómicas, qué productos hay en cada región. Nos falta educación acerca de nuestra historia, nuestra gastronomía y nuestros recursos. Es una manera para que de acá a unos años esto también haga un giro y mejoremos nuestra cultura gastronómica.
Author: Cucinare
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