Cuando la ley peca por exceso, se producen situaciones absurdas. Es lo que sucedió el pasado fin de semana en Tiki Bar de nuestro bartender Matías Merlo, en la ciudad de Mar del Plata.
Matías fue uno de los impulsores de este concepto en la Argentina, ya que la propuesta tiki se asocia con largas playas, palmeras, olas, surf, veranos eternos, tótems, coloridos tragos y quirinchos polinesios.
Sucede que hace pocos días al Tiki le cayó la rompiente, en forma de una inspección, que cuestionó el tamaño de las cervezas que se vendían. Algo insólito, porque según una ley que rige desde fines de la década de 1990 en la provincia de Buenos Aires, en los boliches y discotecas está prohibida la comercialización de bebidas alcohólicas que superen los 350 cc.
La idea era prohibir “la jarra” en este tipo de establecimientos, pero he aquí que una inspección insólita cayó en el Tiki Bar y constató que se estaban sirviendo pintas de cerveza, cada una con 500 cc de líquido, algo usual en cualquier bar o cervecería. Acto seguido, en un acto surrealista, requisaron las bebidas servidas en la mesa e incluso les pusieron una faja. De no creer.
“La clausura es cautelar y el jueves estaremos reabriendo”, nos cuenta Matías. “Aunque después estaremos en manos de lo que disponga el juez, que podría desde sancionarnos con una multa que oscile entre los $ 5.000 a $ 30.000, clausurarnos entre 5 y 30 días o sobreseernos”, explica el bartender ante la consulta de Cucinare.
Así lo explicó el propio Matías desde la cuenta del bar en Instagram, video en el que se queja, además de la insólita diferencia de 150 cc de cerveza, por el despliegue policial para concretar la clausura:
Para luego concluir con un humor en otro posteo: “Clausurados por la pinta”.
Pero a pesar de la clausura y la crisis, Merlo hace un balance positivo: “Estos meses de pandemia, a pesar de todo lo malo que trajeron, nos permitieron mejorar el bar, el equipo y los procedimientos. Vamos a encarar la temporada de verano con mejor cocina, donde apuntaremos a recuperar la cultura gastronómica marplatense del puerto, la playa y la rambla, pero actualizada, reversionada. También trabajaremos con ingredientes premium de Sierra de los Padres, los excelentes helados de Il Calabrese y unos chicos locales muy talentosos que hacen pastelería vegana”.
“Pero de este episodio de la pinta, por la respuesta que ha tenido, saco en limpio que Mar del Plata es una ciudad fuerte, solidaria y unida”, concluye el talentoso profesional de la barra.
Si ni habías escuchado hablar del Tiki Bar de Matías, te invitamos a recorrerlo como lo hicimos nosotros en tiempos previos a la pandemia.
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