Que el sexo y la buena mesa van de la mano es casi un cliché. ¿Quién no experimentó, tanto en la vida real como en el cine, una cita amorosa con una comida de por medio? Muchos/as optan por un restaurant, y los más audaces, por un encuentro en casa.
Pero se discute cuáles son los beneficios de un encuentro de este tipo. Uno está muy claro, que es la seducción. Una conversación a media luz, con un rico plato y una copa de vino es un excelente vehículo para entrar en confianza y lograr intimidad.
Es sabido que algunos alimentos son simbólicos o actúan como metáforas de partes del cuerpo involucradas en las relaciones sexuales. Los ejemplos comunes incluyen berenjenas, bananas, zucchinis y pepinos como símbolos fálicos, y duraznos u ostras como símbolos vaginales.
Más allá de poder de lo simbólico, entra en juego el tema de la digestión. Es que el hígado y la cabeza pesada no contribuyen a una buena performance amatoria. Ya lo decía el gran Giaccomo Casanova: “Nunca después de comer”.
La realidad es que las bacanales, tal como las describía el romano Cayo Petronio, autor del Satiricón, donde en uno de sus capítulos narra el banquete de Trimalción, que es la fastuosa comida que brinda un liberto nuevo rico, profusa en lujo y excesos, no ayuda en nada a una buena velada amatoria. Al contrario, una noche de gula no lleva al tálamo, sino al “vomitorium…”
En cambio, una comida moderada, donde los comensales regulan su apetito, se condice más con un buen desempeño entre las sábanas, como el juego sugestivo que se produce entre los protagonistas de 9 semanas y media, donde se erotizan con alimentos, o la propuesta más sofisticada de Tita y sus codornices con pétalos de rosa, en la película Como agua para chocolate .Lo cierto es que, para las lides amatorias, los médicos aseguran que no hay nada mejor que un estómago ligero.
Otro cariz diferente se produce luego del sexo. Es que luego de un encuentro íntimo, el cuerpo pide alimentos que le ayuden a reponer fuerzas y recuperarse del cansancio producido por el ejercicio intenso. Como muchos saben, el colofón de una noche gloriosa suele estar a cargo de una pizza. Aunque existen otro tipo de alimentos más aconsejables, como frutas, yogur, un sándwich, frutos secos o barritas de cereal, propuestas que quizás no sean muy atractivas en cuanto a lo gastronómico, pero resultan funcionales para el tercer tiempo.
¿Te gusta comer algo en particular antes o después de un encuentro amatorio?
En pocos días anunciaremos todos los nominados, con los mejores representantes de la gastronomía argentina.
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