El sommelier Sergio Calderón es un ilustre desconocido para la mayoría de los argentinos. Hasta hoy.
Este argentino acaba de ser elegido como el mejor sommelier del mundo por la asociación Les Grandes Tables du Monde, integrada por más de 180 reconocidos restaurants.
Calderón vive en Francia desde 1990, cuando arribó a la edad de 21 años. Se hizo famoso trabajando durante más de 30 años para la prestigiosa familia Bras de cocineros franceses.
Es así que, hoy por hoy, el argentino dirige el restaurant Le Suquet, propiedad de esa familia y ubicado en Laguiole, 500 kilómetros al sur de París.
Este establecimiento tenía 3 estrellas Michelin hasta 2018, cuando Sébastien Bras pidió que lo retiraran de la famosa clasificación para estar “más libre y con menos presión”.
“Me centro en los vinos elaborados por enólogos apasionados y respetuosos con la naturaleza”, cuenta Calderón.
“Mi bodega está llena de néctares que la mayoría de los amantes del vino sueñan con degustar”, explica el argentino, que armó una bodega con más de 1.500 etiquetas, de cerca de 200 enólogos diferentes.
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