Así se hacen las papas fritas de paquete
Te contamos cómo es el proceso industrial para elaborar uno de los snacks más populares.
Son atractivas, coloridas y se las ve en cualquier supermercado y cumpleaños. Las papas fritas industriales, doradas y finas como una hostia, forman parte de la dieta ocasional de gran parte de la población occidental.
¿Cómo se hacen estas irresistibles y adictivas papas fritas de paquete? En primer lugar, las papas llegan a la planta, donde se examinan los bordes verdes y manchas, en caso de que haya, y se separan del resto.
Luego una cinta trasportadora las lleva hasta un tornillo helicoidal vertical, que permite que la tierra residual se desprenda. Después otra cinta las lleva hasta una máquina peladora automática y una vez realizada esta tarea, se las lava con agua fría.
Inmediatamente pasan a una especie de mandolina gigante, cuyas cuchillas las cortan finas rodajas como papel, de unos 1.70-1.85 milímetros de grosor. La mandolina puede tener hojas rectas, que son las producen papas fritas comunes, mientras que las hojas onduladas sacan papas fritas rugosas.
A las rodajas se les realiza un segundo lavado con agua fría, que elimina el almidón liberado al cortarlas. Algunos fabricantes, que comercializan sus papas fritas como naturales, no realizan este proceso.
Hay empresas que tratan las papas químicamente para realzar su color y para ellos la sumergen en una solución especial. Después pasan por chorros de aire que eliminan el exceso de agua y fluyen hacia un gigantesco tanque cerrad. Es como una freidora en la que caben miles de litros de aceite de maíz o girasol alto oleico y que cuenta con unas paletas que van empujando las papas hacia abajo, manteniéndolas en constante movimiento, a una temperatura que oscila entre 180 y 200°C.
Después pasan por un tambor lleno de los condimentos para aromatizarlas y de allí van a otra cinta transportadora de malla, que drena el exceso de aceite, y permite que las papas se enfríen. Luego se las lleva a un clasificador óptico que selecciona las quemadas y las retira mediante bocanadas de aire.
Finalmente se transportan a una máquina envasadora con una balanza. A medida que se mide el peso preestablecido de las papas, un detector de metales realiza una última en busca de cualquier elemento extraño. Para terminar, se las embolsa en un rollo continuo: cada bolsa cuenta con un código que le dice a la máquina cuántas chips tiene que liberar. La parte superior e inferior de la bolsa se sellan con calor
Las bolsas selladas se empacan a mano en cajas de cartón. Por lo general, una vez por hora se hacen catas de sabor. Los catadores verifican la sal, el condimento, la humedad, el color y el sabor general de las papas fritas, mientras que el color se compara con gráficos que muestran si es aceptable.
¿Qué pasa con los residuos? Las papas y cáscaras desechadas se envían a las granjas para ser utilizadas como alimento para animales, mientras que el almidón que se elimina en el proceso de enjuague se vende a un procesador de ese producto.
¿Te gustan las papas fritas de paquete?
Author: Cucinare
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