Fue a comer a un restaurant, dejó una mala reseña y la respuesta del dueño la desconcertó
Una comensal mostró su fastidio porque le hicieron esperar mucho tiempo, pero quedó desconcertada por cómo le contestaron.
Una mujer que decidió ir a comer a un restaurant y consideró que había sido mal atendida, decidió volcar todo su fastidio en una crítica demoledora en las redes.
Es común hoy en día contar las experiencias a la hora de salir a comer a algún establecimiento gastronómico, sobre todo si no fueron satisfactorias.
Pero en el caso de esta comensal, su bronca quedó reflejada en el posteo que compartió.
Es que la mujer llegó al lugar tras haber reservado una mesa, pero ahí se enteró de que su mesa no estaba lista, por lo que tuvo que esperar bastante para ser atendida.
El hecho ocurrió en la localidad de Navaconcejo, en la provincia de Cáceres, en el oeste de España, cerca de la frontera con Portugal.
Allí, en el restaurant Las Nogaledas, la reserva no fue respetada, por lo que tuvo que esperar afuera mientras le preparaban el lugar.
“Teníamos reserva a las 15:00 y nos han sentado a las 16:00 y porque nosotros nos hemos enfadado. Mala gestión del restaurante, comida regulera y el dueño un impresentable, cobrando una ronda que supuestamente era gratis. Nos ha subido el precio de la carta cobrando de más una botella de vino. No volveré”, disparó con munición gruesa la usuaria Aurora García Pérez.
Una respuesta viral
Pero la mujer quedó sorprendida al ver la respuesta del dueño del establecimiento.
“Te levantas una buena mañana, y vas al médico. Te sientas pacientemente a esperar tu turno, y los pacientes van pasando a consulta de uno en uno. Sales del médico y te acercas a la oficina de Correos a recoger un paquete. Esperas pacientemente a que te llegue el turno. La chica de la oficina los atiende por orden, de uno en uno. Pasas por la carnicería para hacer unas compras y haces la cola resignándote a esperar quince minutos para que te atiendan, porque el carnicero no puede atender a más de una persona al mismo tiempo. En el supermercado, lo mismo. De uno en uno”, empezó la réplica del propietario.
Y agregó: “En tu puesto de trabajo la cosa cambia. Da igual que lleguen ocho, veinte o las legiones del ejército imperial de Marco Ulpio Trajano. Debes arreglátelas para servirles a todos al mismo tiempo. Porque cuando un ser humano posa sus nalgas en la silla de un bar, cada microsegundo que pasa sin tener una bebida en la mano le va hirviendo más la sangre y colmando su paciencia”.
“Conocen nuestra naturaleza superior. Porque cuando el resto de los simples mortales solo son capaces de atender a las personas de una en una, nosotros tenemos la capacidad de clonarnos en el espacio-tiempo y estar en varias mesas simultáneamente. Porque si nuestra habilidad nos falla y la gente espera una fracción de segundo más de lo debido, se esfuman como una fragancia en la brisa. Algún día, compañeros, usaremos este don virtuoso en nuestro beneficio y doblegaremos a las mentes más débiles. Algún día, el mundo será nuestro”, finalizó.
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