Pidió un bife, lo quiso compartir con su pareja, pero el mozo se lo impidió
La incómoda situación reabrió un debate que parecía definitivamente cerrado.
Compartir platos en un restaurante es una fija. En modo ahorro o para encarar una comida liviana y frugal, es unn hábito muy consolidado en las costumbres gastronómicas argentinas.
El punto es que compartir un plato principal (no ya una entrada, cosa que es de rigor), no llama la atención de nadie. O al menos no debería ser así.
El periodista y conductor Sergio Zuliani (@serzuliani) fue protagonista de un hecho incómodo que subió en su cuenta de Twitter y reabrió un debate que parecía cerrado.
“Este finde fui testigo de una discusión. Él pidió ojo de bife y ensalada. Ella solo ensalada. Él cortó por la mitad la carne y le dio una a ella. El mozo le dijo que no se puede. Quilombazo. Hubo un ganador. Y yo estaba claramente de un lado de esa grieta. ¿Qué onda?”.
Encuesta lapidaria
Zuliani lanzó el comentario y armó una encuesta para que opinen sus seguidores: la gran mayoría se mostró indignada con la actitud del camarero.
Un 97% de los 16.328 votantes espontáneos apoyó a los comensales y fue contra la postura del restaurante.
La elección de lo que se come es algo muy personal y no debería estar atravesada por una imposición del local. Más aún cuando en la carta no dice nada al respecto.
Hay que decir que hay restaurantes que cobran un recargo por compartir los platos y otros, contrariamente, recomiendan compartirlos entre dos o más comensales, debido al tamaño de las porciones.
Más allá del contudente resultado de la encuesta, los comentarios completaron el panorama de repudio a la decisión del local:
–“¿Desde cuándo el mozo decide lo que el cliente quiere hacer con su plato? ¡¡Un bochorno!!”.
-“Es ridícula la avivada, tiene razón el comensal. Cuando pedís una paella para dos y son tres, ¿el mozo te dice ‘uno no come’?”.
Consultamos a Carlos Toti Yanelli, propietario de Estilo Campo y director de la AHRCC (Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés), que tomó una postura terminante.
“Hay negocios que te cobran un diferencial, pero para mí es una mala actitud. Y en este caso, la conducta del mozo no fue muy feliz, porque le juega en contra”, nos respondió Yanelli.
Author: Cucinare
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