La sociedad del siglo XXI, atrapada en la interrupción del teléfono móvil e hiperconectada a las redes sociales, necesita espacio para respirar libertad, ocio desconectado y compartido con personas.
Este siglo afronta el reto de la preservación de tiempo analógico de calidad, individualmente y en grupo. Y los juegos de mesa son esenciales para construir este espacio, el público lo intuye y, cuando lo prueba, repite y extiende la cultura del juego
De hecho, las generaciones más jóvenes están absorbidas por las pantallas y algunos incluso olvidan la herencia lúdica de sus mayores, como los juegos de cartas.
Y uno de los juegos de naipes más representativos es el truco, símbolo de la argentinidad. El truco llegó a la Argentina desde Valencia, España, y se instaló en nuestro país gracias a los colonizadores.
Poco a poco, entre el campo y las pulperías, lo aprendieron los pueblos originarios y los criollos. Ellos fueron quienes le agregaron nuevas reglas, códigos y maneras de jugar, y le dieron el sello local: en la Argentina el truco no es igual a la versión que se juega en otras partes del mundo.
Sin embargo, no fueron los españoles quienes lo crearon, sino los árabes. Si se jugó en la península ibérica fue porque los moros estuvieron 800 años, durante la Edad Media, en la tierra de dónde luego partieron los conquistadores para América. Su nombre remite a “truchiman” que significa “intérprete”.
Es común que ese amable desafío se produzca entre amigos, así como también en las sobremesas familiares, bodegones y vermuterías de todo el país, por lo general con un vermut de por medio.
Es por eso que Cinzano encara la campaña una campaña llamada “Salvemos al Truco”https://salvemosaltruco.com.ar/, con el objeto de mantener viva esta rancia tradición.
La idea apunta a visibilizar el truco y sus códigos, que en todos los casos conllevan esa complicidad entre amigos que es uno de los sellos identitarios de la marca. “Salvemos al truco” se apoya también en datos aportados por la Asociación Argentina de Truco (ASART).
“Se estima que poco más de la mitad de la población de entre 12 y 70 años, de ambos géneros, conoce el truco como juego de naipes”, destacan desde la asociación.
“Desde ASART, nuestra principal intención es que el truco no muera y por eso desde un tiempo a esta parte hemos impulsado su revalorización y consideración como disciplina deportiva”, destacan.
Anteriormente se asociaba al truco más con los hombres que con las mujeres. Se vislumbra un cambio de hábitos en este sentido, ya que hoy es común encontrar a grupos de amigas jugando al truco en sus reuniones sociales. Y aquí las redes sociales juegan un rol educativo importante.
El gran Jorge Luis Borges llegó a decir que el truco “es el más ingenioso y complejo juego de cartas creado por el hombre”.
Este plato puede tener buenas versiones con este tipo de carnes más económicas.
El parmesano de Quesos Migue se llevó la medalla de oro en los World Cheese…
Mercado Fusión se desarrollará el 23 y 24 de noviembre en la plaza de las…
El local del barrio porteño de Chacarita recibe a su público este viernes 22 de…
Los declaró ilegales porque los productos no pueden ser identificados como elaborados en lugares habilitados.
Saúl Lencina llega a Buenos Aires para ofrecer sus platos el próximo 6 de diciembre…