Un youtuber amenazó a un bar con cobrarle por no dejarlo comer gratis: “Les va a llegar una factura”
agosto 16, 2022
El insólito hecho ocurrió en un establecimiento de Galicia donde el influencer estaba publicando un video en vivo.
Se llama Borja Escalona y es un youtuber español que amenazó a un bar de Galicia con cobrarle 2.500 euros porque no lo dejaron comer gratis.
El escándalo, que se viralizó enseguida en las redes, terminó de la peor manera para el influencer, ya que, tras su amenaza, YouTube decidió cancelarle la cuenta.
¿Cómo empezó todo? Con el youtuber grabando un vivo desde el bar A tapa do barril, ubicado en la ciudad gallega de Vigo, sin haber acordado ningún tipo de canje con los dueños.
“Lucía, maravilloso el sitio, voy a seguir enseñando más”, le decía a la moza que lo atendía, quien a continuación le pide que pague la cuenta.
Sorprendido por el pedido, Escalona le retruca: “Espera porque estamos en un problema; porque entonces tengo que cobrarte yo esta promoción que acabamos de hacer”.
Y agrega: “Les va a llegar una factura de la promoción que acabo de hacer, que son 2.500 euros”, una amenaza que surge después de pedirle a sus seguidores que no pusieran reseñas negativas al establecimiento para conseguir el efecto contrario.
Pero luego del incidente con el influencer, los propietarios se encontraron con un aluvión de comentarios negativos en Google, con críticas por haber encontrado pelos en la comida o hilos de trapos de piso.
Inmediatamente, el bar emitió un comunicado en las redes para dar su versión de lo sucedido.
“Ayer, un youtuber (cuyo nombre no vamos a mencionar para no tener que pasarle factura por la promoción en nuestras redes), consideró oportuno hacer un directo, sin previo acuerdo, en nuestro local. Decidió probar una de nuestras empanadillas y mientras la saboreaba, le pareció gracioso o divertido, vacilar a nuestra compañera y por supuesto, nuestro trabajo ya que también quería irse sin pagar porque ‘nos estaba promocionando ante toda España’”, dice parte del mensaje.
Y agrega: “Cobrar por nuestro trabajo y no pasar por el aro de esta persona, ha supuesto decenas de puntuaciones negativas en nuestro perfil de Google (personas que nunca han comido ni una de nuestras empanadillas) y llamadas a nuestro negocio insultando a nuestro equipo”.
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