Diciembre es un mes particular. Entre el fin de las clases, la cercanía de las vacaciones y el cierre de temas pendientes del año calendario, el tiempo pasa en un abrir y cerrar de ojos, y las Fiestas se vienen encima casi sin tiempo para organizarlas.
Por eso conviene tomar las previsiones del caso y estar atento a la organización de Navidad y Año Nuevo.
Hay que tener en cuenta que este 2022 se despide con sequía y un calor inclemente, por lo que pensar con tiempo en una barra o selección de bebidas para la reunión familiar no está de más.
#. Destilados. Conversamos con Matías Jurisich, experimentado bartender, que sugiere calcular 2 litros de bebida no alcohólica por persona. “En el caso de los destilados, hay que tenerles cierto respeto porque pueden ser desencadenantes de situaciones negativas. En caso de que el anfitrión opte por ellos, recomiendo preparar una jarra previamente, para no andar trabajando toda la noche; podría ser una jarra de mojito, o de capirinha”.
#. Vino. Como se dijo, el alcohol en las Fiestas puede ser motivo de alegría o de lamento, por eso se recomienda la moderación en estas fechas. En el caso del vino, para las noches estivales se recomienda blancos florales y ligeros, quizás un Sauvignon Blanc joven. También algún rosado sin paso por madera, como aperitivo.
En el caso de los tintos, siempre hay alguien que pide alguna copa, especialmente si hay platos más contundentes, como lechón. Y cortarlos con agua, soda y hielo más que una herejía es una necesidad. Jurisich también se inclina por la preparación de jarras de Clericot o sangría.
#. Cerveza. Infaltable alguna lata o botella de cerveza fresca y ligera.
#. Jugos de frutas. Claramente, es difícil prescindir de las gaseosas en cualquier ágape, pero unas buenas jarras de jugos elaborados con fruta natural (más en esta época que es temporada de frutos rojos y de carozo), es una buena solución para mitigar en calor. A los jugos se les pueden agregar hierbas como la menta y romero, o alguna especia como canela.
#. Hielo. Hielo, hielo y más hielo. Uno siempre se queda corto con el hielo; por eso conviene aprovisionarse lo antes posible de sendas bolsas de hielo. El afortunado que tiene un congelador grande, tiene menos inconvenientes, pero son muchos los que recurren a los comercios y estaciones de servicios para aprovisionarse de hielo. Para refrescar las bebidas, en caso de que no entren en la heladera, ayuda un balde con hielo, agua y sal gruesa.
#. Agua. “Last but not least”. Agua abundante, disponible en botellas o jarras, es imprescindible para mitigar los rigores del calor y los excesos de comida y bebida.
#. Logística. Siempre es mejor utilizar envases reciclables, a pesar de que pueden complicar el servicio. La otra opción es recomendar fervientemente a cada invitado que cuide su vaso y/o copa.
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