La albahaca es una hierba fresca delicada que agrega un aroma y un sabor inconfundible en tus platos. Es también la base del pesto, ideal para acompañar fideos o cualquier otra pasta.
A continuación tips para conservarla fresca por más tiempo.
La albahaca es una hierba delicada dado que contiene una gran cantidad de agua, por lo que si llega a secarse o se corta puede oscurecerse y perder todo su sabor.
Hay que conservarla en lugares frescos y oscuros es la mejor opción para poder mantener las propiedades.
Hay que colocarla lejos de la luz directa. En un espacio oscuro la hierba podrá mantenerse hasta dos semanas sin perder ninguna de sus propiedades. Coloca las ramas de albahaca en un florero y mantenerla alejada de los rayos solares.
No hay opción más ideal para conservar la albahaca fresca que congelarla. Si quieres conservar su aroma y sabor primero deberás prepararla. Límpiala y retira las hojas de los tallos, deberás quedarte solo con las hojas.
Una vez limpias, hay que secarlas bien. Después podés usar una bolsa cerrada al vacío y al frizer.
Cuando se hayan descongelado podrás cortarlas o usarlas como guarnición para dar aroma y sabor a tus guisos y platos como, por ejemplo, unos deliciosos espaguetis al pesto.
Otro buen truco para poder guardar la albahaca, aunque no sea en su estado natural, es preparando un pesto.
Para eso hay que machacar las hojas de albahaca fresca y añadirle aceite de oliva y sal. El marinado contribuirá a que la albahaca conserve sus propiedades, así como su color y su sabor. Se puede frizar o conservar en la heladera.
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