Inventó el cosito de la pizza, pero no logró hacerse millonario a pesar de haberlo patentado
Claudio Troglia lo registró en 1974, pero muchos comenzaron a fabricarlo sin patente.
El cosito de la pizza es otro de los inventos argentinos. Sin embargo, su creador no es multimillonario y sigue trabajando en la pizzería familiar de Belgrano.
Se trata de Claudio Troglia, que diseñó el dispositivo para que el queso no se pegue en la caja de la pizza. El 28 de febrero de 1974 patentó el producto que, sin embargo, se masificó la fabricación haciendo caso omiso a los derechos de autor.
“En casa éramos muy consumidores de pizza, y antes no existía el delivery, entonces si llegabas a pedir dos pizzas era un problema, porque no existía el cartón corrugado; eran cajas parecidas a las que hoy se siguen envasando los ravioles, de un cartón muy blandito, y cuando ponías una arriba de la otra infaliblemente se pegaba”, detalla en una entrevista con Infobae.
Antes de la llegada del famoso cosito, muchas pizzerías le ponían escarbadientes para evitar el pegoteo del queso en el cartón.
La captura de pantalla de la patente del INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) registrada el 28 de febrero de 1974 comprueba que es anterior a la que presentó Carmela Vitale en Estados Unidos en 1985.
El verdadero inventor del cosito de la pizza
Casado hace 43 años con la madre de su único hijo, Claudio asegura que sin su apoyo hubiera sido imposible clasificar todo el material bibliográfico para avanzar y lograr la patente.
El asesoramiento era nulo, porque nadie lo había hecho antes, así que como autodidacta aplicó el método de prueba y error. Contactó al matricero que en aquellos años hacía los muñecos de Billiken, e hicieron una matriz rápida de aquel modelo triangular,
“Teníamos que economizar el costo del plástico, que era carísimo, y tenía que ser un material que aguantase el calor, que no se deformara cuando lo ponías sobre la muzzarella caliente recién salida del horno. Algunos se abrían las patas, no aguantaban”, comenta.
Cuando encontraron la combinación de “resistente y liviano”, dieron con el SEPI (separador de pizza) definitivo, que pesaba solo un gramo.
La pizzería Nápoles de Villa Crespo fue la primera que lo tuvo. Al principio muchas pizzerías se negaban a comprarlo.
Todos los días subían al auto con su esposa, y repartían las bolsas con 1.000 unidades en todas las pizzerías de Capital Federal.
Durante casi dos años, la venta mensual alcanzó los 150.00 a 200.000 separadores. Hasta que empezaron a fabricarlo clandestinamente, y una vez más, Claudio tuvo que reinventarse.
Explica que al vender solo el SEPI, como pequeño comerciante estaba en desventaja con la superproducción que empezó a ocurrir de manera paralela al año y medio de que patentara el invento.
Cada vez fue más difícil competir con un circuito que tenía penetración en todas las pizzerías, y fue testigo de cómo se infligieron los derechos de autor.
Un éxito sin fronteras
El éxito del producto fue tal que en 1985 fue patentado en los Estados Unidos por una mujer: Carmela Vitale. lo hizo con la misma foto, el mismo diseño industrial, todo lo que yo había presentado originalmente.
Bajo la errónea autoría de Vitale, el SEPI llegó a Los Simpson y se vio también en una ceremonia de entrega de los Premios Oscar, cuando Meryl Streep probó un bocado de una pizza que trajeron a su mesa.
Como el invento del SEPI fue rentable solo por un año y medio, el resto de su vida tuvo que encontrar sustento en otros emprendimientos. Se dedicó al servicio de catering para casamientos y eventos. Y ahora a esta pizzería familiar de Belgrano.
Author: Martina
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