Un ejemplo contundente de esta tendencia es lo que sucede en Royal Mansion, el restaurante del Barrio Chino porteño, donde un robot es el responsable de distribuir los platos entre los comensales.
Cualquiera que se acerque a probar las delicias de la alta cocina china que se ofrece en la esquina de Montañeses y Mendoza podrá ver al robot en acción.
La modernización de este local es un símbolo de lo que ha ocurrido con este polo gastronómico, mismo camino que siguió John, uno de los propietarios de este establecimiento.
En sus inicios en el rubro, allá por la primera mitad de la década del 90, los tenedores libres estaban de moda y a esa búsqueda de todo el barrio se sumó John.
Pero el paladar porteño ya es mucho más sofisticado y la propuesta de Royal Mansion apunta a satisfacer esa demanda.
Los baos de pollo al jengibre son muy pedidos en el lugar, pero la variedad de sabores que ofrece este restaurante muestra que la presentación de los platos es una de las claves.
Tentáculos fritos, cerdo asado con sopa de fideos de arroz, pato laqueado a la cantonesa, apenas tres ejemplos del menú que el robot de Royal Mansion puede llevarte a la mesa.
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