Cada barrio porteño tiene su parrillita preferida que suelen visitar los vecinos.
En este caso, en un rincón de Villa Crespo hay un emprendimiento que fue un poco más allá en su menú.
Lo de Russo, ubicada en Padilla 302, ofrece entraña y asado banderita como todas las parrillas de barrio, pero la verdadera estrella del menú es la milanesa de matambre.
El lugar tiene una amplia vereda en una calle con poco tránsito del barrio y hay que reservar porque está con sus mesas a tope todos los días.
Lo interesante de la famosa milanesa es que no se encuentra en la carta y es un secreto a voces que corre de boca en boca entre los vecinos. Para que la preparen hay que pedirla con anticipación.
De entrada, también se recomienda probar las empanadas fritas. Cargadas y jugosas para comer con la mano.
Como toda parrilla de barrio, los platos son para compartir, en especial la milanesa estrella que puede alcanzar hasta para tres personas.
Lo de Russo también tiene platos de bodegón. En este caso, hay que probar los sorrentinos de osobuco. Verdaderas bombas de sabor.
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