Las papas fritas, cuyos orígenes se sitúan en Bélgica o Francia, lograron destacarse como un elemento fundamental en la gastronomía global. Es una de las guarniciones más pedidas en los restaurantes del mundo.
Cada 20 de agosto se celebra su día mundial y por eso es una buena chance de recomendarles 7 propuestas para comer papas fritas riquísimas en Buenos Aires.
Aquí todas las frituras se realizan en una mezcla que lleva 70% de grasa Wagyu y 30% de aceite vegetal. Las papas fritas son una de las vedettes del local, realizadas a partir de una papa seleccionada, que se lava para quitarle el exceso de almidón y se deja en agua fría de un día para el otro.
Luego se realiza una precocción al vapor, en horno, se las enfría, se las confita en grasa Wagyu, se las vuelve a enfriar y finalmente se realiza la tercera cocción, en una mezcla de grasa Wagyu y aceite vegetal.
Rojas 1600, Villa Crespo.
En su carta proponen las papas crinkle, una variedad acanalada en todos sus lados, que aporta textura y se ha convertido en el sello de su marca. No sólo se sazonan con sal, sino que se aderezan con una mezcla única de especias y condimentos tales como el pimentón español, ajo y cebolla en polvo.
Además Ribs al Río ofrece las Papas Millonarias del Tío Moe, unas fritas crinkle con alioli, polvo de parmesano y lima, ideales para acompañar con una cerveza tirada.
Av. Costanera Rafael Obligado 7010, Costanera Norte.
En el subsuelo del Hotel Pulitzer se esconde este bar estilo speakeasy que sorprende por su diseño y estilo. Una propuesta que sobresale son las papas & funghi, una versión de papas bravas servidas junto a un ketchup casero con hongos portobello y de pino.
Crocantes por fuera y suaves por dentro, la cocción de las papas se hace primero en aceite bajo y luego se las lleva a una temperatura más alta, para lograr que se doren correctamente.
Maipú 907, subsuelo del Hotel Pulitzer Buenos Aires, Retiro.
Entre las recomendadas se lucen sus papas fritas súper crujientes, se hacen con papas blancas, cortadas en forma de bastón. Para darle la crocancia que las caracteriza, se cocinan en agua y luego se fríen por partida doble en abundante aceite caliente. Para aumentar el sabor, llegan a la mesa con polvo de morrón y jamón cocido.
Monroe 1595, Belgrano.
En esta abundante porción se luce el ingrediente principal cortado en forma de bastón, que fríen en la justa medida para lograr su característica crocancia, pero sin que queden aceitosas. Y para darle un giro innovador, las sirven con sal ahumada, alioli casero y hierbas.
Quintana 465, subsuelo del Hotel Mío Buenos Aires, Recoleta.
La sede de Palermo Soho de esta cervecería artesanal tiene un estilo muy particular, con enormes murales de Campos Jesses y más detalles que trasladan a tierras aztecas. Asimismo, el menú de esta sucursal incluye platos típicos de México, como quesadillas, burritos y tacos, elaborados en base a recetas tradicionales e ingredientes autóctonos.
Sus papas Berlín están entre las preferidas: salen bien secas y crocantes, con salchichas de excelente calidad en rodajas, cremosos huevos revueltos y una suave salsa de queso cheddar. Se pueden pedir en tamaño mediano o grande.
José A. Cabrera 4427, Palermo.
#. El Preferido.
El bodegón de lujo comandado por Pablo Rivero tiene, decimos los expertos, la mejor milanesa con papas fritas de la ciudad. Esta guarnición sale con papas crocantes y cremosas por dentro. Aquí los secretos de un plato único.
Jorge Luis Borges 2108, Palermo.
Este plato puede tener buenas versiones con este tipo de carnes más económicas.
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