El término kosher es originario del hebreo y significa “apto”. Hace referencia a aquellos productos que cumplen con las estrictas leyes alimentarias judías. En el caso del vino, estas normas son particularmente rigurosas y deben ser supervisadas por una autoridad religiosa judía o, en su defecto, por expertos en la materia.
A lo largo de todo el proceso, desde la cosecha hasta el embotellado, sólo personas judías observantes pueden manipular el producto.
Para que un vino sea considerado kosher y pueda comercializarse como tal, debe contar con el hechsher, un sello de aprobación que otorgan organismos de supervisión como la Unión Ortodoxa (OU) o una autoridad rabínica reconocida.
El vino kosher tiene un rol esencial en los rituales de la comunidad judía. Por ejemplo, muchas de estas bebidas estarán en las mesas entre el miércoles 2 de octubre y el viernes 4 cuando se celebre Rosh Hashaná, el año nuevo judío 5785.
Como sucede con todos los alimentos kosher, el vino también se elabora conforme a las leyes del kashrut, tal como están dictadas en la Torah y fueron reveladas a Moisés en el Monte Sinaí.
Sin embargo, a diferencia de otras normativas alimentarias, en el caso del vino las reglas se centran más en quién lo elabora que en los ingredientes en sí. Estas son las reglas que debe seguir:
#. Sólo personas judías practicantes pueden participar en todo el proceso de producción, desde la vendimia hasta el embotellado. Las uvas deben llegar a la bodega en perfecto estado de maduración y salud.
#. Un supervisor observante, que no necesariamente tiene que ser un rabino, se encarga de garantizar que todas las leyes judías se cumplan estrictamente. Este supervisor trabaja de la mano con el director técnico de la bodega para coordinar cada paso del proceso.
#. Toda la maquinaria utilizada debe estar higienizada rigurosamente y ser empleada exclusivamente para la producción de vinos kosher durante ese período.
#. En el viñedo, no se permiten fertilizantes orgánicos, y las vides deben tener al menos cuatro años de edad. En Israel, además, existe la tradición de no cosechar uvas cada siete años para permitir que el viñedo descanse.
La bodega Domaine Bousquet lanzo un vino kosher llamado ALAVIDA Cabernet Sauvignon Orgánico Kosher Mevushal.
Previo al fraccionamiento, se realiza un procedimiento por medio de la Thermoflash, un sistema de caldera con un intercambiador de placa que se conecta al tanque origen, por el cual en pocos segundos el vino sube de 20º a 90º, cuatro grados más del mínimo que se necesita para ser certificado como Kosher Mevushal.
“Luego, en pocos segundos, vuelve a bajar a 20º sin alterar las cualidades organolépticas”, explica Rodrigo Serrano Alou, enólogo de Domaine Bousquet, bodega de vinos orgánicos ubicada en Gualtarray, Mendoza.
Los vinos de la línea ALAVIDA son elaborados con el estilo de Domaine Bousquet bajo la supervisión de Serrano Alou en contacto permanente con el Rabino Uriel Lapidus y su equipo para lograrla certificación internacional OUK (Orthodox Union Kosher).
“Hacer un vino orgánico kosher y sin sulfitos es un proceso muy particular. Creo que es el mejor vino kosher que probé”, cuenta el Rabino Lapidus.
Otras bodegas que también producen vinos kosher:
#. Huentala ofrece 4 malbecs de su línea Kosher con las etiquetas Dreidel.
#. Malbec Pampa Silvestre.
#. Vino fino rosado Sarah.
#. Malbec Flecha de los Andes.
Este plato puede tener buenas versiones con este tipo de carnes más económicas.
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