Cinco tips para mantener por más tiempo las hojas verdes durante el verano

Una guía para que este tipo de vegetales duren más y se conserven mejor.

Las hojas verdes son imprescindibles en cualquier cocina ya sea para ensaladas, guarniciones o como base para platos más elaborados. Sin embargo, en verano, cuando el calor se intensifica, mantenerlas frescas puede convertirse en un desafío. Nadie quiere encontrarse con hojas marchitas o deshidratadas al abrir la heladera sino conservar su textura crujiente, su color vibrante y aprovechar al máximo su sabor y sus nutrientes.

La clave para prolongar la frescura de las hojas verdes radica en su almacenamiento y en cómo se manipulan desde el momento de la compra. Es importante seleccionar aquellas de mejor calidad, evitando las que ya presentan señales de deterioro, como manchas marrones o bordes secos. Además, la hidratación y la circulación de aire adecuada son factores determinantes para preservar su frescura. Por último, pequeños trucos caseros pueden marcar una gran diferencia a la hora de extender su vida útil.

Consejos para conservar las hojas verdes frescas

1. Lavar y secar bien las hojas antes de guardarlas
   Es fundamental retirar cualquier resto de tierra o suciedad que puedan tener. Luego, utiliza un centrifugador de ensaladas o papel absorbente para secarlas completamente. La humedad excesiva puede acelerar el proceso de descomposición.
2. Guardalas en un recipiente hermético con papel absorbente
   Coloca las hojas en un recipiente de plástico o vidrio, intercalando capas de papel de cocina para absorber la humedad. Esto evitará que se formen manchas o que se pudran rápidamente.
3. Evitar almacenarlas en la parte más fría de la heladera
   Las temperaturas extremas pueden quemar las hojas. El cajón para verduras es el lugar ideal, ya que mantiene una temperatura más estable y evita la exposición directa al frío.
4. Cambiar el papel absorbente regularmente
   Con el tiempo, el papel puede humedecerse debido a la transpiración de las hojas. Sustitúyelo cada dos o tres días para mantener un ambiente seco.
5. Usar una bolsa perforada si prefieres no usar recipientes
   Las bolsas de plástico perforadas permiten una leve circulación de aire mientras mantienen las hojas protegidas de la humedad excesiva.