Five o’clock tea: una costumbre de origen real
Te contamos de dónde viene la costumbre inglesa de tomar el té a las cinco y 5 lugares para vivir la experiencia.
Según cuentan Jane Pettigrew y Victoria Bisogno en su Manual del sommelier del té, la costumbre británica de tomar esta infusión a las cinco de la tarde “nació de la mano de la realeza. Cuando Catarina de Bragança, Princesa de Portugal, se casó con el rey Carlos II en 1661, llevó a Inglaterra como presente de casamiento un pequeño cofre lleno de té chino. Catarina comenzó a servir té a sus damas de la corte, con lo que ellas también empezaron a tomarlo”.
Sin embargo, fue en 1840 cuando Anna, la séptima duquesa de Bedford, lo impuso como moda entre las clases acomodadas: a la nobleza se le abría el apetito alrededor de las cuatro de la tarde. Y la cena en su casa se servía a las ocho en punto, así que la duquesa pidió que le trajeran una bandeja con té, pan y manteca (algún tiempo antes, el conde de Sandwich tuvo la idea de poner un relleno entre dos rebanadas de pan) y pastel, todo servido en su habitación durante la tarde. Esto se convirtió en un hábito y comenzó a invitar a amigos a compartir el tentempié.
Pero quien impuso la costumbre de hacerlo en forma masiva entre las cuatro y las seis de la tarde fue la reina Victoria. Tanto prendió el hábito entre los londinenses que a esa hora las calles quedaban despobladas.
Dicho esto, ¿dónde se puede retomar la costumbre del té de las cinco de la tarde? Cucinare brinda algunas recomendaciones súper premium:
#1. L’Orangerie. El Hotel Alvear tiene un servicio de té único en la ciudad, el Afternoon tea, toda una experiencia. Se sirve a la mesa, donde el cliente elige las infusiones de una cartilla, y se acompaña con una torre de tres platos con sándwiches salados a base de pepino (el famoso cucumber sandwich inglés), pastrón y salmón ahumado. Además, incluye scons, crema de limón y dulce de frutos rojos de El Bolsón. También hay unos mini gateaux de la mesa carro y una copa de espumante. Se sirve todas las tardes de 16:30 a 19:30.
#2. Piano Nobile. Si alguien le emparda en grandeur al Alvear, ese es el Piano Nobile del Park Hyatt Duhau. Con vista al magnífico jardín de la mansión, uno puede disfrutar de una selección de scons, sándwiches y los mejores petits-gateaux hechos por el chef patissier Damián Betular. Además, ofrecen una variedad artesanal de dulce de leche, crema chantilly y mermelada. La experiencia incluye una infusión y una copa de espumante por persona.
#3. Nucha Café. No sorprende que Nucha haya desarrollado sus propios blends de té, que acostumbra a servir con el ya clásico Té Nucha, compuesto por una degustación de pastelería de la casa (muffins, budines, tortas) y algunos salados como mini empanaditas, mini boios, fosforitos, locatellis… Por lo general son para compartir, pero nada impide que un goloso/a de buena cuenta de todo…
#4. Tea Connection. En esta ascendente cadena ofrecen numerosas variedades de té en hebras (además las venden en latas para llevar a casa). Ellos han desarrollado sus propios blends con tés de distintas regiones del mundo; los más conocidos son el Sencha de Japón, el Oolong de China y Darjeeling de la India. No faltan las cosas ricas y sanas para acompañar a la infusión como chocotorta, cheesecake y key lime.
#5. Home Hotel. El sofisticado hotel boutique de Palermo, cuyo delicioso jardín fue diseñado por Chunchuna Villafañe, ofrece un té de las cinco de la tarde para dos personas compuesto por tostadas, quesos saborizados, mantecas infusionadas y mermeladas caseras, además de torta, medialuna con jamón y queso, sándwich de pan integral casero con jamón crudo, rúcula y tomate, frutas, brownies, budín y alfajorcitos. Como infusiones sirven blends especiales de la casa en hebras.
¿Tenés la costumbre de tomar té a las cinco?
Author: Cucinare
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