Etiquetado frontal: la ley que promueve información nutricional bien visible en los envases llega con resistencias
Sectores empresariales temen que algunos productos aparezcan “demonizados”.
De forma silenciosa pero sostenida, se está llevando a cabo un debate que toca a la salud de los argentinos y a la industria de la alimentación. Se trata de un proyecto para desarrollar un etiquetado frontal destinado a informar a los compradores acerca de los datos nutricionales del envase, elemento que facilitaría las decisiones a la hora de comprar alimentos.
Si bien todavía no se ha legislado, este rotulado funcionaría como una suerte de semáforo que advertiría al consumidor, icónicamente y de un golpe de vista, sobre algunos ingredientes que en exceso podrían resultar potencialmente nocivos, como grasas, azúcares y sal.
Aparentemente hay intereses contrapuestos entre el Ministerio de Salud y la Copal (Coordinadora de las industrias de productos alimenticios). Porque mientras el primero empuja esta iniciativa con entusiasmo, Copal objeta la futura regulación ya que teme la demonización de ciertos productos.
Es que según dijo Daniel Funes de Rioja a Minuto Uno, “el sector está dispuesto a discutir modelos y a buscar compatibilizar con normas de otros países en el marco del Mercosur”. Según consideró, ellos buscan que la nueva normativa no sea un impedimento a la hora de exportar ni que perjudique a las Pymes.
Pero la realidad es que, según la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, la Argentina se encuentra en el cuarto lugar de mayor consumo de azúcares del mundo. Las bebidas azucaradas representan aproximadamente un 40% de este consumo, lo que se correlaciona con el hecho de que el país lidera el consumo mundial de gaseosas con 131 litros per cápita.
Eso, sumado a que 4 de cada 10 niñas, niños y adolescentes de entre 5 y 17 años tienen problemas vinculados al sobrepeso, mientas que 7 de cada 10 adultos presentan el mismo problema, da para pensar seriamente en tomar medidas urgentes para alertar sobre el consumo de alimentos, en especial en lo atinente a los llamados ultraprocesados.
Aún no se sabe con certeza cómo sería el nuevo sistema gráfico a emplear, pero todo indica que sería similar al que existe en México, donde una serie de octógonos de color negro advierten en letras blancas qué ingredientes de riesgo contiene el producto. Tampoco se sabe si esto será suficiente para cambiar los comportamientos de consumo que hay en la Argentina, y menos aún modificar la alimentación hacia hábitos de vida más saludables.
¿Qué te parece la idea de establecer este sistema de rotulado?
Author: Cucinare
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