Chorimóvil: la historia de la parrilla ambulante que debutó en la caravana del 17 de octubre
Conversamos con el dirigente sindical que ideó el dispositivo, que puede cocinar hasta 600 chorizos al mismo tiempo.
Por Luis Lahitte
La Argentina no es el primer país en comer un embutido entre dos panes, pero sin duda es el primero en darle entidad al choripán, institución gastronómica criolla por excelencia.
Actualmente, los títulos de nobleza del choripán están fuera de discusión y forman parte del acervo culinario de la nación, más aún cuando hay algún espectáculo, evento deportivo o movilización política, donde las parrillas de ocasión se instalan en la calle para alegría de sus participantes.
Es lo que sucedió el pasado sábado en la “Caravana por la Lealtad”, en conmemoración de los 75 años del Día de la Lealtad del 17 de octubre de 1945. A nadie sorprende que haya habido choripanes, pero lo verdaderamente novedoso en esta celebración fue la aparición del “Chorimóvil”, invento que causó furor en la militancia, sino también en los medios de comunicación y redes sociales.
Cucinare conversó con el ideólogo de la creativa parrilla rodante. Se trata de Alfredo Bruno, secretario general de las 62 Organizaciones Peronistas Lorenzo Miguel de las localidades de José C. Paz, San Miguel y Malvinas Argentinas, y secretario general del Sindicato Obrero de Frigoríficos, Empleados de la Carne y Afines (SOFECA).
“Nos tildan de ‘choripaneros’ como si fuera una debilidad, pero yo soy miembro del Sindicato de la Carne y no puedo sentir más que fortaleza y orgullo, entonces teníamos que hacer algo con eso; de ahí nació idea de crear el ‘Chorimóvil’”, cuenta Bruno.
Se trata de un tráiler con una enorme parrilla alimentada a carbón que fue diseñada en SOFECA. Bruno afirmó que “la idea se la planteamos al compañero Pablo Moyano, que dio el visto bueno. Se pensó específicamente para este evento y hacerlo llevó dos meses. Tiene una capacidad para 500/600 chorizos a la vez y se alimenta a carbón. Su manejo requirió de la ayuda de alrededor de 20 personas. Los chorizos tuvieron una cocción previa en el horno pizzero que tenemos en el sindicato, para facilitar la tarea, y tomamos todas las precauciones bromatológicas que requirió el caso”.
Bruno dijo que “fue un éxito porque al final distribuimos más de 1.000 choripanes, y nos quedamos cortos. Quisimos hacer un gesto y gracias a Dios salió bárbaro. Los chorizos eran 100% de cerdo y el pan fue donado por Gastón Mora, un compañero de Avellaneda que pertenece al frente sindical. También te cuento que este ‘Chorimóvil’ tiene una olla adosada que se alimenta a base de gas de garrafa, con capacidad para cocinar 250 cuencos (de cada uno comen 5 o 6 personas), donde la noche anterior a la Caravana se cocinó un guiso de pollo para la gente del sindicato y los indigentes de la zona, ya que lamentablemente son muchas las personas que están pasando necesidades y requieren de ayuda”.
Finalmente, el sindicalista cuenta que el flamante vehículo también va a cumplir una función social: “Sí, el ‘Chorimóvil’ debutó el 17 de octubre, pero todas las semanas va a parar en un barrio diferente con la parrilla llena para darle un choripán a aquellos que lo necesiten”. Un empleo solidario para un vehículo único en su tipo.
¿Habías escuchado hablar del ‘Chorimóvil’?
Author: Lahitte
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