Comer con los oídos: la ciencia explica por qué la comida crocante es más rica

Enterate por qué gusta tanto la comida crujiente.

Los especialistas te lo dicen: no solo comés con la vista, el olfato y el gusto. También lo hacés con el oído. Charles Spence, un experto en psicología experimental, lleva 20 años estudiando cómo el cerebro procesa la información de cada uno de los cinco sentidos.

“Desde el crujido de la comida, hasta el ruido del empaquetado, el roce de la cuchara en el plato o la música que escuchamos mientras comemos; todos los sonidos afectan a nuestra experiencia culinaria, unos más que otros, y también al sabor”, explicó Spence en diálogo con BBC.

El experto dirige el laboratorio Crossmodal Research de la Universidad de Oxford, Reino Unido, y colabora con chefs famosos como el español Ferrán Adrià para crear experiencias culinarias multisensoriales.

Los especialistas saben que el ruido a crocante o crujiente es irresistible para el ser humano, por lo que crearon un ruido electrónicamente modificado de la papa frita de bolsa para engañar al consumidor y hacerle creer que es más crujiente.

Ahora, ¿por qué gusta tanto la comida crujiente? “La comida rápida suele ser crujiente, crocante, casi siempre ruidosa. A nadie le gusta la idea de una papa frita esponjosa, incluso aunque sepamos que tiene todos los elementos que le dan ese sabor”, explicó Spence.

Y agregó: “Es una reacción instantánea en nuestro cerebro. Todavía estamos investigando por qué nos atrae tanto lo crujiente, pero existen varias teorías. Una de ellas parte de que las verduras y los vegetales más ‘ruidosos’ suelen ser más frescos (y viceversa), por lo que asociamos lo crujiente con lo saludable”.

Por otro lado (y paradójicamente), algunos alimentos crujientes como las galletitas, los cereales o las frituras suelen tener un alto contenido en grasa…. y a nuestro cerebro le gusta la idea de grasa, lo cual explicaría nuestra preferencia por ese sonido”, prosiguió el experto.

“Finalmente, otra teoría que surgió hace un par de años es que cuando empezamos a degustar algo nos suele resultar más sabroso, y nuestro cerebro se va adaptando y desconectando a medida que le parece menos ‘interesante’, pero cuando comes algo ruidoso eso dirige tu atención hacia tu boca, lo cual ayuda a que el sabor se quede por más tiempo”, cerró Spence.

¿Qué alimentos crujientes son los que más te gustan?


Author: Cucinare

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