Cocineros que se convierten en marcas, una tendencia que se profundiza con la pandemia
Los chefs de alto perfil lanzan productos con su nombre o su sello, un camino que también tiene exponentes en la Argentina.
Entre las secuelas insospechadas que trajo la pandemia, están las nuevas líneas de alimentos con la marca de reconocidos cocineros. Porque si bien la mayoría de ellos usaba su nombre solo para colgarlo de la marquesina de su negocio o al pie del menú, el ingenio y la necesidad los llevó a desarrollar negocios paralelos al oficio de los fuegos.
A nivel mundial, se ve un crecimiento de, por ejemplo, salsas de marca, adobos, mezclas de especias, kits de comida y platos congelados o envasados al vacío que, si bien actuaron como salvavidas para superar una coyuntura adversa, resultaron una interesante línea de negocios. No es algo disruptivo porque ya hay “vacas sagradas” que, como Wolfgang Puck, explotan su nombre, pero la pandemia logró democratizar esta modalidad.
En los Estados Unidos, por ejemplo, existe una lista creciente lista de marcas minoristas y de venta directa que fueron lanzadas en 2020 con los nombres de cocineros famosos, como Stephanie Izard, David Chang y Eric Rivera, entre otros. Varios restaurants de Texas aceptaron desarrollar y distribuir kits de comida para llevar a casa de renombrados chefs locales.
¿Y en la Argentina? Sin duda que El Gato Dumas y Donato de Santis fueron pioneros, pero hoy hay cocineros de porte como Diego Gera, que también lanzó sus propios productos; el suizo-argentino, chef ejecutivo del Yacht Club Puerto Madero, aprovechó para crear Abreconservas, su propia marca de conservas de gran calidad, en frasco de vidrio y con tapa axial, que incluye productos como locro, lentejas y boeuf bourguignon, además de salsas como la bolognesa.
Por su parte, Nicolás Díaz Martini, ex Sucre, docente de la Escuela del Gato Dumas y actual chef ejecutivo de la Estancia Villa María, puso quinta a fondo a Fuego, su línea de condimentos y especias premium, que incluyen chutneys, limones confitados, lemon pepper, sales varias, relish de pepinos y salsas picantes, entre otras delicatessen.
Pero el arquetipo quizás sea Gastón Riveira, factótum de La Cabrera, quién sufrió el embate del covid como pocos en el rubro. Sin embargo, Riveira aprovechó para abrir Gastón Riveira Tienda, un sitio donde comercializa desde sus selectos cortes de carne, conservas de la casa, hasta ahumadores y set de parrilla.
También Roberto Petersen se ha lanzado con sus pizzas congeladas Zën de la mano de su hijo Mateo, otro emprendimiento con el sello de un cocinero consagrado.
¿Qué te parece la iniciativa comercial de estos cocineros?
Author: Cucinare
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