Los peligros de las bebidas energizantes

La mayoría de los adolescentes las toma y los expertos alertan de los riesgos que corren.

¿Qué efecto le puede producir a un adolescente tomarse de golpe dos tazas de café negro bien cargadas y 15 sobres de azúcar, o 75 gramos? Parece una exageración, pero es lo que hace cada uno de ellos cuando se toma una lata de cualquiera de las bebidas llamadas “energizantes” que hoy existen en el mercado.

Según los especialistas, 100 mililitros de una de estas bebidas incluyen 30 miligramos de cafeína y 15 de azúcar. Y un adolescente que pesa unos 47 kilos en promedio, no debería consumir más de 147 miligramos de cafeína por día y no más de 25 gramos de azúcar, según la Organización Mundial de la Salud. Eso significa que con una lata de medio litro, cualquier adolescente supera los niveles máximos recomendados de cafeína para su edad y triplica los de azúcar, muy por encima de las gaseosas y aguas saborizadas, que ya son bastante nocivas en ese sentido. Pero esto no es lo más grave.

Hay estudios que advierten de los riesgos de padecer trastornos del estado de ánimo, alteraciones en el comportamiento, diabetes e hipertensión arterial, problemas dentales y más posibilidades de padecer asma o enfermedades cardíacas.

Para cualquier adolescente que consuma estas bebidas energizantes, aumentará su nivel de ansiedad y nervios, tendrá problemas de concentración e insomnio, así como una mayor predisposición a asumir conductas temerarias. Por último, queda el mayor riesgo de todos: el de mezclar estas bebidas con alcohol, porque puede inducir a un coma etílico. Como el alcohol tiene un efecto depresor en el sistema nervioso central que provoca cansancio y lleva a dejar de beber, su efecto es “tapado” por el de las bebidas energizantes, y eso hace que cualquier adolescente supere el nivel máximo de consumo de alcohol sin darse cuenta.


Author: Cucinare

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