Breve historia del chicle
¿Quién inventó y desde cuándo se mastica el famoso pedazo de goma?
¿Sabías que se encontraron restos de chicles que tienen más de 6.000 años? No serán los que uno compra en el kiosco, pero el hábito de masticar fue algo común a diferentes culturas durante mucho tiempo. Ese “primer chicle” hallado en Finlandia estaba hecho con corteza de abedul y alquitrán.
Sucede que los primeros masticadores no necesariamente deseaban obtener beneficios nutricionales de las sustancias masticables, pero en ocasiones buscaban sabor y una herramienta de limpieza de dientes. Los mayas y aztecas fueron los primeros en explotar las propiedades de las resinas como base para hacer una sustancia similar a la goma.
Por su parte, los antiguos griegos masticaban goma de masilla, hecha de la resina del árbol de la masilla, que tenía propiedades antisépticas y se cree que la usaban para mantener la salud bucal.
Y aunque la goma de mascar es de vieja data, la modernización y comercialización de este producto se realizó principalmente en los Estados Unidos. Los indios americanos masticaron resina hecha de la savia de los árboles de abeto; fueron los colonos de Nueva Inglaterra quienes tomaron esa práctica, y en 1848, John B. Curtis desarrolló y vendió el primer chicle comercial llamado “The State of Maine Pure Spruce Gum”.
Alrededor del año 1850 se desarrolló una goma hecha de cera de parafina, un producto derivado del petróleo, que pronto superó la popularidad de la goma hecha del abeto. Para endulzarlas, “los masticadores” usaban un plato de azúcar en el que sumergirían la goma repetidamente.
Pero el primer chicle con sabor fue creado en la década de 1860 por John Colgan, un farmacéutico de Louisville, Kentucky. Colgan mezcló azúcar en polvo con un polvo obtenido de un extracto de un árbol creando pequeños palitos de goma de mascar con sabor que llamó Taffy tolu.
Sin embargo, el chicle moderno, tal como se le conoce hoy, se desarrolló por primera vez en la década de 1860. El presidente mexicano Antonio López de Santa Anna (el que atacó El Álamo), frecuentemente masticaba una goma natural denominada “chicle”.
Santa Anna, durante un viaje a los Estados Unidos, conoció al inventor Thomas Adams y le mostró su producto. En un principio, Adams trató de crear una fórmula para utilizar esa goma para la fabricación de neumáticos, pero cuando no funcionó la convirtió en una goma de mascar la cual todavía se produce hoy en día.
Su inspiración para crear los chicles le llegó cuando vio a una niña en una farmacia pedir cera parafinada para masticar. A partir de entonces inició un proceso de transformación del producto llevándolo por varias fases: primero moldeó la goma con agua caliente, luego la mezcló para que fuera más suave, añadió sabores de regaliz y finalmente dividió la masa en pequeños cuadritos. Estos cuadritos los llevo a la farmacia donde había visto a la niña y los vendió a 1 dólar bajo la marca Chiclets.
Chiclets y Wrigley’s Spearmint Gum fueron los primeros fabricantes en hacerse famosos y el chicle se globalizó durante la Segunda Guerra Mundial, ya que a los soldados estadounidenses se les proporcionó chicle como ración, producto que intercambiaban con los locales.
¿Conocías la historia del chicle?
Author: Cucinare
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