Dulce de leche: alfajores, helados y más, los más ricos exponentes de un sabor 100% argentino

octubre 10, 2020

Un repaso por las delicias que siempre hay que tener a mano, mucho más en el Día Mundial del Dulce de leche.

Se acerca el domingo 11 de cotubre, un día en clave de gula. Es que en 1995, el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines determinó que el 11 de octubre sería en adelante el Día Mundial del Dulce de Leche. En el mundo se lo conoce como el World Dulce de Leche Day.

Y si bien es cierto que es un producto que existe en diferentes culturas, donde tiene un nombre diferente, por la aceptación y cabida que tiene en el país se lo considera argentino hasta el tuétano.

Desde Cucinare queremos rendirle un homenaje y repasar cuáles son aquellos productos más destacados que incluyen al dulce de leche como ingrediente. Algunos de los más representativos son:

#1. Productos de kiosco. ¿Quién no se acuerda de la querida Vauquita, esos pequeños bloques compactos de dulce de leche, recubiertos de azúcar, en cuya caja amarilla se encuentra una simpática vaca? Otro de los imperdibles es el Cabsha, el bocado redondo envuelto en papel aluminio, creado por Abracha Benski en su garage del barrio de Belgrano. El tercer hito kiosquero es el Mecano, la tuerca de Bonafide hecha con chocolate y rellena de dulce de leche. No se puede cerrar este capítulo sin mencionar a los alfajores de factura industrial, como Terrabusi, Suchard, Capitán del Espacio, Jorgelín, Guaymallén y Jorgito, entre otros.

#2. Helados. Toda una especialidad argentina. Porque helados hay muchos, pero el sabor de dulce de leche es nuestro y solo nuestro. Hay una panoplia infinita de heladerías que lo ofrecen, pero conviene remarcar algunas de las mejores. Por ejemplo, en el tope del podio se encuentra el multipremiado Cadore, de la familia Famá, de sabor sutil, producto que cocinan pacientemente todas las noches y que luego transforman en helado. En el otro extremo del arco se encuentra el contundente sabor de los helados que elabora Chungo, pasando por la tradicional versión de Freddo. Tampoco hay que olvidar “la mousse del Piltri” de Jauja, la heladería patagónica, elaborado con dulce de leche San Ignacio y almendras caramelizadas.

#3. Alfajores premium. Es otro segmento en auge que comenzó con Havanna, que recientemente lanzó su versión de cacao al 70%. En este momento hay un ejemplar que le pisa los talones, que es el Cachafaz recubierto de chocolate, suculento, fresco, con buenos ingredientes. Otro alfajor de nicho, muy generoso con el dulce de leche es el Nonna Vita. Le sigue el marplatense Manolo, ancho, con un dulce de leche espeso, realmente rico, y finalmente el balcarceño Goulis, de abundante relleno.

#4. Bombones. Cuenta la leyenda que el origen de los bombones se remonta a la Francia de Luis XIV. Sus pasteleros prepararon unas delicias elaboradas con frutas bañadas en chocolate, y cuando el Rey Sol las probó, su reacción fue decir “bon bon”, que en francés significa “bueno bueno”, para afirmar que le habían gustado.

Entre los bombones criollos rellenos más destacados, figuran los ositos de Rapa Nui rellenos de dulce de leche, absolutamente adictivos. Por su parte, Mamuschka, la empresa de la familia Carzalo, desde el año 1989 realiza unos timbales de dulce de leche. Daniel Uría, creador de Compañía de Chocolates optó por otro formato y elabora unas pirámides de chocolate con leche rellenas de dulce de leche y nuez, mientras que los bombones emblemáticos de Vasalissa son los corazones de chocolate amargo rellenos con dulce de leche.

¿Qué otra golosina agregarías a esta lista?