Duraznos: por qué cada vez es más difícil encontrarlos jugosos y dulces
Un experto nos cuenta todo sobre una de las frutas más requeridas durante el verano.
Con el calor, el organismo pide líquido y es momento de tomar mucho líquido y comer alimentos frescos y livianos. Es temporada de ciruelas, cerezas y como no, de los deliciosos duraznos.
El durazno es una fruta exquisita, aterciopelada, carnosa y sensual que se puede comer sola o en distintas preparaciones. Un buen licuado de durazno al agua es restaurador, y la famosa Copa Melba (rey de los postres), lleva durazno entre sus ingredientes. También se emplea para preparar refrescantes daiquiris.
La Argentina es el principal productor del Mercosur. Pero es muy interesante salir de la góndola e ir a la huerta, que es donde se genera el producto. Por eso es que Cucinare conversó con Mariano Winograd, consultor frutihortícola, quien brindó interesante información acerca del producto: “Mucha gente los distingue entre blancos y amarillos, aunque otros los distinguen entre pelón, que no tiene pelusa, y el durazno, que sí la tiene”, cuenta Winograd.
“Hay un fenómeno curioso, que es el origen de la producción. Antes se cultivaban en Baradero, San Pedro y el Delta, pero ahora vienen de Mendoza y Río Negro. Eso hace que tengan que ser cosechados más verdes, porque el transporte y la distancia hacen que al menos demoren una semana hasta llegar a la góndola, entonces los productores buscan variedades más firmes y menos jugosas, lo que te habla de una suerte de involución del sabor, debido a las necesidades de logística y preservación del producto”, reflexiona el experto.
Y luego agrega un concepto desafiante: “Bernard Piton, presidente de los mayoristas franceses, afirmó que uno de los motivos por los cuales las golosinas desplazaron a las frutas es porque el productor frutihortícola priorizó la conservación del producto por sobre el sabor. Con esto quiero decir que ya casi no existen esos duraznos jugosos y dulces, recién cortados, que venían de las cercanías, sino que nos encontramos con un producto diferente, más ácido y firme”.
Respecto del precio, Winograd dice que un kilo de durazno o pelón ronda los $ 180 los ejemplares más chicos, y $ 360 los más grandes.
¿Qué otras frutas comés durante el verano?
Author: Cucinare
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