La ruta de la provoleta: 12 opciones para probar este queso parrillero con nuevas combinaciones de autor
Esta entrada tradicional de la parrilla argentina puede tener versiones gourmet con detalles y toppings muy originales.
La provoleta es un invento argentino y es el queso parrillero por excelencia. Se come como entrada antes de la ceremonia de las carnes y fue adoptada también como parte de las típicas propuestas de platitos en decenas de restaurantes y bares.
Pero hay locales que van por más y se animan a proponer versiones que escapan de lo tradicional. Aquí un listado para que vayas probando y tachando.
Acá se destacan la versión clásica y también alternativas novedosas, como la que incluye salsa de verdeo y papas españolas. También está la especial, que lleva jamón, champiñones, cebolla de verdeo, vino blanco, salsa rosa y también llega a la mesa con papas españolas.
Eso no es todo, la provoleta Arde, con cheddar, jamón, pimiento asado, huevo frito y papas paille.
Pedro Ignacio Rivera 4999, Villa Urquiza.
La provoleta es un imbatible del lugar desde que abrió en 2018. Se sirve con dulce de zapallo, hojas, hierbas y salsa criolla. El plato es el resultado de un “error de cocina” que bien se supo convertir en el preferido de los comensales.
Cuenta el chef Gustavo Portela que inicialmente iba a llevar dulce de cherry confitados, pero en el trajín de la faena diaria una olla inmensa de cascos de dulce de zapallo se le pasó de cocción, y el incidente lo llevó a replantear la provoleta.
Scalabrini Ortiz 651, Villa Crespo.
Un destacado de su apartado de entradas es la Provoleta œuf parfait, donde diferentes texturas y sabores se combinan para hacer que cada bocado sea único. En primer lugar y como protagonista, se presenta una provoleta ahumada sobre un colchón de brotes de soja con pesto. Encima se corona con un huevo cocido a 65°, y se completa con tomates dulces cocidos.
Av. del Libertador 4101, Palermo.
Aquí el imperdible es la provoleta de cabra con compota de ciruela. El plato se culmina con tomates cherry fritos y brotes verdes, que le otorgan frescura.
Maipú 907, Hotel Pulitzer, Retiro.
La provoleta La Capitana es una entrada imperdible que se prepara con queso provolone semiestacionado y macerado en oliva con orégano y pimentón ahumado.
Se sella en una plancha de hierro y luego se gratina al horno de barro. Se sirve con bondiola (también estacionada), tomates confitados y hojas de rúcula fresca.
Guardia Vieja 4446, Almagro.
Aquí tienen dos versiones de provoleta. Una crocante, con aceite de oliva Zuelo orgánico y orégano fresco. Y la Hierro con ananá grillada, miel de la pradera, romero y pistachos tostados.
Boulevard del Mirador 220, Nordelta.
Aquí cuentan con dos versiones de este clásico argentino: con orégano fresco y oliva, y al estilo Viejo Patrón con hojas de rúcula fresca, pico de gallo (con cebolla morada y tomate), reducción de aceto y nueces fritas.
Larrazábal 502, Liniers.
En la carta, uno de los platos sugeridos para comenzar la experiencia es la provoleta de chimichurri y tomates cherry. Antes de llegar a la mesa, se carameliza bien en la sartén y luego se termina de fundir en el horno. Para culminar, se le agrega el chimichurri casero y los tomates confitados.
Av. Santa Fe 750, Retiro.
Aquí ofrecen la provoleta rellena. Esta preparación tan original se elabora al hierro y contiene pimientos asados, jamón crudo y pesto. También hay una opción para los comensales más conservadores, que es la versión de la provoleta al hierro con tomates confitados.
Beiró 5016, Devoto.
Una opción muy tentadora para arrancar: queso provolone asado, que se sirve en una pequeña vasija de hierro para mantener el calor y se corona con tomatitos cherry en su exterior y decora con hojas de albahaca fritas.
Fondo de la Legua 280, San Isidro.
Entre sus opciones de entradas resaltan las provoletas, con varias alternativas, como la grillada servida con pan de especias y coronada con pesto italiano; la provoleta rellena con pasta de morcilla, verdeo y salsa Malcriado; o la Mar & Campo, con tomates secos, hojas de rúcula, anchoas, aceitunas negras y pesto italiano.
Martín Fierro 3290, Parque Leloir.
Aquí el top es la provoleta Savvy. La pieza de 280 gramos se acompaña con pesto, fondue de tomates, rúcula fresca y vinagreta de mostaza.
Pacheco de Melo 2814, Recoleta.
El menú de esta prestigiosa parrilla ofrece la clásica provoleta a la parrilla, pero saborizada con aceite de oliva y pimiento tipo calahorra, y próximamente una nueva incorporación con cerezas y tomate.
Rojas 1600, Villa Crespo.
Author: Cucinare
Café Tabac: menú vintage con platos en extinción y una vereda cargada de historia porteña
Un Bar Notable de la ciudad que sobrevive con una...
El periodista que se animó a abrir un restaurante de comida estadounidense en el Barrio Chino
Nacho Girón apostó por una nueva sede de Ribs al...
Comentarios