Los chinchulines en el banquillo: un medio de gastronomía los ubica entre “los peores platos de Argentina”

Taste Atlas sumó a su lista a otras achuras como el riñón y la morcilla.

Taste Atlas, el medio de gastronomía que publica ránkings de todo tipo, sorprendió a muchos al incluir a los chinchulines entre “los tres peores platos de la Argentina”.

En su evaluación, Taste Atlas describe a los chinchulines como “polémicos” y destaca que no están solos en la controversia, ya que la morcilla y el riñón también figuran en la lista. Lo curioso es que incluso el método de cocción de los chinchulines fue calificado como uno de los “12 peores del mundo”.

Según sus expertos, el secreto para que queden bien está en la preparación previa: limpiar bien el intestino y hervirlo en agua o leche para ablandarlo, evitando así que quede gomoso o con mal sabor.

El debate se intensifica cuando se trata de la necesidad de hervirlos previamente. Este paso, aunque recomendado, no es universalmente aceptado en el país.

En Argentina se suele macerar los chinchulines en jugo de limón con sal y pimienta antes de llevarlos a la parrilla, donde se cocinan a fuego medio hasta casi estar listos, y se les da un toque final de dorado a fuego fuerte.

La controversia no se detuvo con los chinchulines; los riñones también fueron criticados en la misma publicación, siendo descritos como “un trozo de despojo de carne de res que requiere una limpieza exhaustiva antes de asarlos y que debe remojarse en agua, vinagre o jugo de limón”.

Achuras es una palabra de origen araucano (“achuraj” significa “lo que no sirve y se tira”) y que designa a las vísceras cocinadas a la parrilla.

Sin embargo, conviene saber que no siempre se consumieron achuras en la Argentina. En el siglo XIX, cuando se cuereaban las vacas, lo primero que se tiraba a los perros eran las entrañas, aunque con el tiempo pasaron a ser parte insustituible de una buena parrillada.

Los chinchulines son el intestino delgado de la vaca y se presentan en el plato como pequeños anillos de unos 10 centímetros de diámetro.


Author: Martina

2 Comentarios

  1. No se puede ser tan ignorante. La palabra “achura” no viene del mapudungun, sino del quechua y no quiere decir “lo que se tira”, sino “lo que se reparte”.
    Si había un pueblo que amaba comer achuras, eran los mapuches… las comían crudas.
    Comer lo que los españoles llaman “despojos” o “casquería” supone una actitud ética: los animales sacrificados para el consumo humano, se comen desde el morro hasta la cola, sin tirar nada.

  2. JOSEFINA dice:

    los chinchulines, es lo más rico que hay, ben hechos por supuesto.
    Bien crocantes, .

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