Museo del salame, el inédito proyecto que puso en marcha Tandil para revitalizar un clásico de las picadas argentinas
Aunque parezca mentira, en poco tiempo más el salame y el queso tandilero tendrán un museo.
¿Un museo para el salame? Llama la atención, pero ¿cómo no va a merecer un lugar en la historia un producto de la talla del salame tandilero, tan querido por los paladares argentinos?
Es que los quesos y salames tandileros tendrán, en los próximos meses, su propio museo-centro de interpretación, a partir del trabajo conjunto entre el municipio y las asociaciones privadas que engloban a los responsables de ambas actividades.
Es una aspiración que lleva mucho tiempo para todos los actores, desde la Dirección de Turismo de la Secretaría de Desarrollo Productivo y Relaciones Internacionales y representantes del consorcio DOT, además del Cluster Quesero. Ellos crearon un grupo de trabajo que, en los últimos meses, comenzó a funcionar con el asesoramiento y la conducción de la museóloga, licenciada en artes visuales y especialista en industrias culturales María Victoria Bianchi.
Según está previsto, el museo funcionará en la sede de Villa Onena, un lugar paradigmático de la ciudad de Tandil y con un importante acervo histórico que ahora se potenciará a partir de la reformulación de su uso y el de su entorno, uno de los históricos del partido, ligado a las actividades pioneras de la ciudad.
Esta historia tuvo su punto de partida con la llegada de los pioneros a la ciudad, quienes construyeron las primeras fábricas familiares y transmitieron sus conocimientos sobre los procesos de transformación y elaboración. Con el correr de los años se fueron sumando nuevos y entusiastas emprendedores que pulieron las técnicas de producción mejorando el resultado final, hasta alcanzar un nivel superior de calidad, reconocido y apreciado en todo el mundo.
En este marco, explicó Bianchi, es muy importante el camino encarado “para plantear estrategias y diseño que le den al visitante herramientas para poder tener una interpretación útil y comprender de manera adecuada el patrimonio que se quiere transmitir, que en este caso está vinculado con la alimentación responsable y ancestral, un estilo de hacer”.
Los representantes de las empresas productoras de la ciudad aportarán sus vivencias, elementos y tradiciones, mientras que el museo y centro de interpretación contará con herramientas emotivas e estimulantes para vivir el patrimonio y luego transferir esa experiencia.
Según está previsto, en el lugar se realizarán talleres, cursos, presentaciones, visitas guiadas y la definición de las actuales rutas del salame y queso, que se buscará reimpulsar.
En los próximos días, se le presentarán al intendente Miguel Lunghi distintos detalles del proyecto elaborado en conjunto, como parte del camino lógico para su concreción.
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Author: Cucinare
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