Pollo frito: 7 opciones para probar desde el clásico finger food, hasta ensaladas y tacos mexicanos
Este plato original del sur de Estados Unidos ya se globalizó y tomó decenas de formas.
El pollo frito como opción nació en el sur de los Estados Unidos a fines del siglo XVIII. Aflora gracias a una fusión de conocimientos y posibilidades: costumbres escocesas, paladares africanos y nuevas ollas de hierro fundido.
Los inmigrantes escoceses llevaron consigo a Norteamérica la tradición de comer pollo frito, los esclavos africanos trasladados por obligación al sur de Estados Unidos para la cosecha del algodón les pusieron sus sabores: especias como la cayena, la pimienta, el ajo, el comino o la nuez moscada.
Después se globalizó y cada país lo adaptó a su paladar. A continuación, las mejores opciones para comerlo en Buenos Aires.
Uno de los platos más elegidos es la milanesa de pollo crocante que sale con barbacoa casera y una porción de Mac & Cheese (fideos con queso cheddar y parmesano).
Para lograr un gran sabor y crocancia, la suprema se marina durante 6 horas con ajo, perejil, mostaza, orégano, sal y pimienta, y se reboza con una combinación de pan rallado, polenta y cereal molido.
Pujol 935, Caballito.
El menú incluye otro clásico de Estados Unidos: las icónicas chicken wings. Estas alitas de pollo se saborizan con orégano, ajo, comino y nuez moscada, se rebozan y se fríen hasta lograr una corteza bien crocante. Cuentan con dos versiones: unas que se pasan por una salsa barbacoa sutilmente picante a base de jengibre, ajo y sriracha; y otras bañadas en una mostaza dulce y semillas de sésamo.
Humboldt 1654, Palermo.
Aquí para el almuerzo ofrecen la ensalada New Cesar. Incluye kale, parmesano en hebras, panceta, láminas de palta, garbanzos crujientes, pan rallado tostado y chicken fingers.
Estas tiras de pechuga de pollo fritas son apanadas con una combinación de harina, copos de maíz, pimentón ahumado, merken, agua con gas, pimienta y sal. Otra opción con pollo frito es la burger de pollo con cheddar y mermelada de panceta, acompañada de papas fritas rejilla con merken.
Av. del Libertador 6025, Belgrano.
Entre sus opciones, a los fans del pollo frito les recomendamos la picatta de pollo, que es una pieza de pollo marinada en especias, rebozado con una mezcla de fécula de maíz y provolone rallado, y luego frito, servido con una ensalada de hojas verdes, morrones asados, tomates asados y aliño de hummus.
Thames 1795, Palermo.
Sus tacos de pollo crispy son imperdibles, realizados con tortillas de maíz crocantes que se rellenan con piezas de pollo frito (rebozado en pan rallado y semillas de sésamo), palta y salsa pico de gallo.
Av. García del Río 2969, Saavedra.
Único lugar de Buenos Aires que prepara tradicional comida Cajún y del sur de los Estados Unidos. Ofrecen el clásico pollo frito con hueso para comer con la mano junto a la coleslaw o el sándwich de pechuga frita sin hueso.
Gorriti 4389, Palermo.
Local de comidas rápidas. Sándwiches de pollo frito muy buenos, alitas fritas con diversas salsas o tenders –tiras de pechuga– fritas.
Donado 1971, Villa Urquiza.
Author: Martina
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