Restaurants de museos: todo lo que hay que saber

octubre 8, 2019

Ideales para comer, tomar algo y, de paso, visitar las distintas exposiciones.

Buenos Aires es una de las ciudades con mayor diversidad cultural y gastronómica de América Latina. Junto con Ciudad de México y San Pablo, la ciudad brinda una gran variedad de museos y restaurantes para recorrer y conocer.

Pero también posee varios establecimientos gastronómicos dentro de los mismos museos, lo que aumenta el atractivo de su visita. Para que conozcas uno de los secretos mejor guardados de la gastronomía porteña, acá van algunos imperdibles.

#1. Ninina (MALBA). El bar del Museo de Arte Latinoamericano es la sucursal de una cafetería de Palermo muy reconocida por su excelente patisserie francesa (croissants, pains au chocolat, etc.), que incluye algunas minutas sabrosas como huevos revueltos, omelettes, huevos benedictinos, sándwiches, hamburguesas veggies. Además, la carta tiene pocos platos más sofisticados como un risotto con hongos o un salmón rosado con espinacas. Av. Figueroa Alcorta 3415, Palermo.

#2. Croque Madame (Museo de Arte Decorativo y Museo Larreta). La cadena está ubicada en dos jardines de sendos museos, que ya son un placer para sentarse a tomar algo en esta época del año. El del Museo de Arte Decorativo está alojado en la antigua vivienda del casero del Palacio Errázuriz. Como su nombre lo indica, su plato principal es el croque madame, un sándwich de origen francés que lleva jamón cocido, queso gruyere y huevo a la plancha. Pero la carta ofrece más platos, como pastas, carnes, risottos y ensaladas. Para la hora del té, la pastelería es excelente. Mientras tanto, el del Museo Larreta está ubicado en un anexo de su espléndido jardín andaluz, que ya por sí solo merece la visita. Av. del Libertador 1902, Palermo, y Vuelta de Obligado 2155, Belgrano.

#3. Café BA (La Abadía, Centro de Arte y Estudios Latinoamericanos). Este es el más reciente de los bares y restaurantes de museos que se han abierto en Buenos Aires, pero también el menos conocido y, por lo tanto, el secreto mejor guardado. Está ubicado en el interior de la antigua abadía, donde se presentan colecciones temporarias de arte. El café en cuestión está emplazado al lado de los claustros y del jardín, lo que lo convierte en un lugar increíble para pasar un mediodía o tarde de primavera. Si bien la carta es breve y solo ofrece minutas, el lugar merece la visita. Gorostiaga 1908, Belgrano.

#4. Café PROA (Fundación PROA). En La Boca está este fantástico museo que, con el MALBA, son los que han mostrado las muestras más interesantes y vanguardistas de los últimos años. Construido en un edificio con aire de barco, en la planta alta del museo está este café con una vista privilegiada a la Vuelta de Rocha y al Riachuelo. Si bien la carta es limitada, la oferta de patisserie es mucho más amplia y de gran calidad. Av. Pedro de Mendoza 1929, La Boca.

#5. Museo Evita Restaurante (Museo Evita). Este restaurant brinda una oferta gastronómica mucho más amplia que sus colegas, puesto que no se limita a ofrecer un servicio de bar y cafetería. Además, su amplio y arbolado patio es un placer para ir a comer en esta época del año, tanto de día como de noche. Su especialidad son las pastas y los pescados y es una muy buena opción para comer por la zona. Juan María Gutiérrez 3926, Palermo.

#6. Café Sívori (Museo Sívori). Ubicado dentro de los bosques de Palermo, este coqueto museo de arte argentino del siglo XX y XXI posee en su interior un pequeño café que tiene como privilegio compartir el patio del museo y su frondosa arboleda. Es un lugar muy frecuentado para tomar el té, pero que también ofrece opciones saladas para el almuerzo. Av. Infanta Isabel 555, Palermo.

¿Cuáles de todos estos restaurantes conocés?